domingo, 10 de abril de 2016

ARANTZA MARISKAL: "EL GRAN RETO ES CONSEGUIR QUE EN UBIK CONVIVAN EL CREADOR Y EL ESTUDIANTE EN BUSCA DE SILENCIO"

La biblioteca de creación Ubik ha abierto sus puertas con vocación de convertirse en «un ágora moderna que sirva de lugar de encuentro»


Después de ocho años de trabajos, la mediateca de Tabakalera ha abierto sus puertas convertida en Ubik-Biblioteca de creación. Su directora, Arantza Mariskal, vinculada al centro desde 2007 y al frente del proyecto desde 2009, considera que «el gran reto es conseguir que convivan quienes vengan a crear y quienes lo hagan para estudiar o investigar». Mariskal considera fundamental que este nuevo servicio atraiga al público joven de Tabakalera.

 - La mediateca es uno de los proyectos más antiguos de Tabakalera. ¿Cuánto tiempo han trabajado en su puesta en marcha? 
- Eso es así. Cuando Joxean Muñoz era el director de Tabakalera ya se hablaba de una mediateca y ahí hubo toda una reflexión y todo un debate en el que se habló de la biblioteca nacional y de las confluencias. Entre 2008 y 2010 dejamos definido el marco de lo que sería la mediateca. Y aunque el ADN es el mismo, el concepto se ha adaptado al proyecto cultural que se ha ido definiendo. En la época de Muñoz, Tabakalera se centraba en lo audiovisual y luego eso fue cambiando.

 - ¿Cuál es ese ADN de Ubik que se ha conservado? 
 - Por un lado, esa vocación pública.



 - Como todas las bibliotecas públicas, ¿no? 
 - No, porque muchas veces al ser una biblioteca especializada en un ámbito temático parece que no todos estamos invitados o te da más apuro ir. Esa vocación pública es importante, la misma que tienen las otras bibliotecas que fomentan la lectura porque, por ejemplo, una universitaria está centrada en un público concreto. En este caso, tenemos vocación de trabajar con todas las personas, sean especializadas, expertas o simplemente curiosas. Es importante tener claro esto en una biblioteca de ámbito temático restringido y es una de las claves iniciales. También tuvimos claro que las personas que vinieran a Ubik debían encontrarse cómodas. 

 - ¿En qué sentido? 
 - En el sentido de que hagan suyo el espacio. Siempre hablamos del tercer espacio, más allá de tu casa y de tu trabajo. Lo hemos trabajado y hay que seguir haciéndolo. Que el usuario pueda estar como en el salón de su casa.

 - ¿Va a ser un espacio silencioso en el que esté vetado hablar? 
 - No, siempre hemos pensado que Ubik ha de ser un ágora moderna, un lugar de encuentro en el que se cruzan personas, ideas, conocimientos... y en el que cada cual pueda leer, estudiar, trabajar o crear. Es imposible mantener el silencio si quieres que se den esas actividades. Ubik es un lugar de ruido en el que también hay espacios para quienes necesitan silencio. Si alguien está grabando en el plató tendrá que hablar, pero hay un salón que es el espacio del silencio. 

 - ¿Tiene miedo a que se convierta en un lugar al que venir a estudiar antes de los exámenes o, por el contrario, aspira a que así sea? 
 - ¡El debate que nunca termina! Miedo no tenemos, ni a eso, ni a otras cosas. La actitud no ha de ser de asumir que si aquí tenemos que ofrecer posibilidad de diferentes usos, habrá que amoldarse y las personas que acudan, también. Si Ubik es un espacio de ruido sabes que tendrás que ocupar las zonas más silenciosas. Y quien venga a estudiar o a investigar en un ambiente de silencio, fantástico, pero quien venga a crear tendrá otras necesidades. Conseguir esa convivencia es el gran reto. 

 - ¿Con qué personal cuenta? 
 - Estamos veintidós personas pero puestos son menos porque algunos son parciales. Hay doce personas que trabajarán de cara al público en turno de seis o de hasta nueve y el resto serán del equipo técnico de catalogación, adquisición y archivo compuesto por cinco personas repartidas en cuatro jornadas y media. Y el equipo que que lleva el proyecto somos cinco personas en cuatro puestos de trabajo.

 - La empresa navarra Sedena fue la ganadora del concurso público. 
 - Sí, son esas doce personas, jóvenes. No son bibliotecarios, sino especialistas en los ámbitos de Ubik, que era uno de nuestros retos. 

 - ¿Qué presupuesto tendrá? 
 - Para adquisiciones tenemos 30.000 euros anuales, que no es nada porque casi la mitad se nos va en suscripciones de publicaciones periódicas. Y para programa, 60.000 euros. Ubik ofrecerá servicios pero también programará actividades: talleres, diálogos... que fomentan el descubrimiento de las diferentes temáticas que puedes hacer en Ubik. 

 - ¿Qué aportará Ubik al tráfico de usuarios en el centro de cultura contemporánea?
 - Creo que mucho. Hay un movimiento de gente importante en lo que llamamos el 'espacio calle' que es importante. Cuando veo tanta gente joven o familias me los imagino en Ubik, trasteando o llevándose material en préstamo. 

 - La biblioteca se coordinará con los contenidos que en materia de ciclos o exposiciones ofrecerá el resto del ecosistema cultural del centro...
 - Sí, ésa es una de nuestras líneas de trabajo: apoyar a nivel documental el programa de Tabakalera. Ahora mismo, ya estamos trabajando con las exposiciones que se inauguran en primavera porque Ubik da servicio tanto a la población en general como a la propia Tabakalera.

 - ¿Se mantiene el objetivo de llegar a 40.000 volúmenes de fondo bibliográfico? 
 - Siempre hemos considerado que sería la cifra ideal para tener una buena colección. La idea era abrir con 15.000 ó 20.000 volúmenes y estamos en esa línea. Lo que es curioso es que al ser el espacio tan grande -2.400 metros cuadrados- la escala hace que todo parezca pequeño. 

 - ¿Cuántos usuarios aspiran conseguir en este primer año? 
 - Es una pregunta que siempre nos hacemos y no hemos sido capaces de determinar. Es una incógnita que tenemos. No conseguir medir qué interés o qué movimiento puede haber. ¡Hombre, si vienen quince estará muy mal! Pero no sabemos. 

 - Se habló de medio millar de usuarios cada día...
 - No sé. Para entrar en Ubik no necesitas ser socio, sólo para hacer reservas o préstamos. Puede haber mucha gente que sea usuaria pero no tenga tarjeta. Hoy día mismo se suele ver en los distribuidores del edificio gente que está trabajando que se supone que estará más cómodo en Ubik.

 - ¿Qué papel jugarán los programas escolares? 
 - Eso es importante porque ayuda a descubrir Ubik. En nuestro plan de trabajo semanal tenemos previstas esas visitas de grupo, previa inscripción, para los martes. La idea es que vengan y hagan alguna actividad. Y los sábados a la mañana se ofrecerán las visitas más individuales para quienes no pertenecen a ningún grupo o colectivo. 

 - ¿Se inaugura Ubik con todas sus prestaciones en marcha o habrá incorporaciones paulatinas? 
 - Sí, con todo. En la web hay un par de servicios que no estarán activos, pero el resto sí.

 - A futuro, ¿qué servicio le gustaría incorporar? 
 - Nada en concreto. Quizás pequeños detalles. Habría que impulsar becas de investigación, pero eso supone un presupuesto. Y el día a día, estando atento a los usos, nos tiene que dar las claves de qué ajustes realizar o qué otros servicios activar.

 - ¿Cuál es el mayor riesgo que afronta?
 - No cumplir con las expectativas. 

 - ¿Cuáles piensa que son? 
 -No lo sé, pero hay mucha gente preguntando cuándo abriremos y qué servicios se prestarán. Y es lógico.

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