sábado, 30 de abril de 2016

NACE "DO RE NI", EL PROGRAMA DE EDUCACIÓN INFANTIL PARA ESTIMULAR EL CEREBRO

La iniciativa, impulsada por el investigador y músico Xabier Lizaso, pretende revolucionar el sistema educativo mediante el deporte, las bellas artes, la música y el euskera


Todas las instituciones del territorio han apoyado esta mañana al unísono el innovador proyecto 'Do Re Ni', un novedoso programa de educación infantil que aúna el deporte, las bellas artes, la música y el euskera como vehículos transmisores para la estimulación del cerebro de los niños guipuzcoanos. 

Estos cursos, según ha explicado el impulsor de la iniciativa, el investigador y músico Xabier Lizaso, se implementarán a partir del próximo curso escolar mediante actividades extraescolares donde los más pequeños "trabajarán diferentes partes del cerebro" por medio de diferentes juegos. "A través de los juegos, los jóvenes estimulan mucho su cerebro, lo cual es valiosísimo para su día a día en la vida, ya que les ayuda a tener más datos, estudiar mejor y aprender más rápido", ha explicado Lizaso. 

 Con esta iniciativa, además de estimular el cerebro, se pretende lograr la integración de los niños y niñas que "no encajan en el sistema educativo". "He comprobado que mediante talleres musicales conseguimos en los niños reacciones extraordinarias como hacer hablar a un joven que en clase nunca antes lo había hecho", ha asegurado el investigador. 

Dentro de estos cursos, habrá dos ramas: 'Do Re Ni', para niños de cero a siete años, donde la música adquirirá el protagonismo; y 'Jokoz barru', para niños de entre 4 y 7 donde será el deporte el que tenga mayor presencia. La iniciativa ha sido respaldada por el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa, el ayuntamiento de San Sebastián y la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, y ya cuenta con diez escuelas del territorio dispuestas a sumar este programa a sus actividades extraescolares.

MUERE EL DRAMATURGO ESLOVENO TOMAZ PANDUR DURANTE UN ENSAYO

El director, de 53 años y que pasaba largas temporadas en España, ha sufrido un infarto, sin que los primeros auxilios que le han practicado los actores que estaban a su lado hayan servido para salvarle la vida


El director de teatro esloveno Tomaz Pandur ha fallecido hoy a causa de un infarto durante un ensayo teatral en Skopje, ha informado el Teatro Nacional Macedonio a los medios locales. Pandur, que estaba ensayando 'El rey Lear', falleció en el escenario, y según relatan los medios, los actores que estaban a su lado le prestaron primeros auxilios, aunque sin éxito. El director, de 53 años y que pasaba largas temporadas en España, murió literalmente en brazos de sus compañeros, añaden los medios. De acuerdo al relato de los actores, en los últimos días el dramaturgo se había quejado de dolores en el pecho ante algunos compañeros de su compañía. Pandur, considerado uno de los directores más vanguardistas en los escenarios europeos, acababa de iniciar ayer mismo los ensayos para esta nueva puesta en escena. Nacido en Maribor en 1963, se licenció en la Academia de Teatro, Cine y Televisión de la Universidad de Liubliana en 1988. Entre 1989 y 1996 fue responsable y director artístico del Teatro Nacional de Maribor y también fue cofundador y director artístico de la compañía teatral internacional Pandur Theaters.

LOS 20 TIMOS MÁS FLAGRANTES DE LA HISTORIA DEL POP

Vocalistas que no cantan, músicos que no tocan, compositores que copian, mánagers que cogen todo el dinero y corren… Repasamos los mayores fraudes


“¡Tu voz! ¡Me prometiste tu voz! ¿No recuerdas nuestro contrato?”. Estas frases, exclamadas por el magnate Swan en la película El fantasma del paraíso (Brian de Palma, 1976), resumen muy bien los turbios tejemanejes que rodean a la industria discográfica. En el filme, vemos cómo un diabólico e implacable productor crea y destruye artistas, se apropia de canciones ajenas, y es capaz de todo para alcanzar el éxito.

 Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia. Desde que el pop es pop, son moneda corriente el plagio, la estafa, el robo y el engaño. En este negocio (y en otros muchos) las apariencias engañan, y a veces el cantante que sale en los vídeos no es quien canta, ni el que canta se lleva la pasta, ni el que compone es quien figura en los créditos. El pop es una jungla llena de trampas y espejismos; nos corresponde a nosotros, sufrido público, desenmascararlos y estar atentos para que no nos vuelvan a dar gato por liebre ni bandurria por guitarra.

 1.Milli Vanilli: un Grammy y millones de ventas por hacer 'playback'. En 1987, el productor discográfico alemán Frank Farian descubrió al francés Fab Morvan y el alemán Rob Pilatus, dos mulatos que bailaban con la cantante Sabrina. A ojos de Farian, aquella exótica pareja lo tenía todo para triunfar: dotes para la danza, desparpajo y sex appeal. Como no sabían cantar, el productor contrató a un par de vocalistas y un puñado de músicos: ellos grabarían los discos, mientras Fav y Rob movían las bocas y el esqueleto. ¿Resultado? Vendieron millones de discos y recibieron un premio Grammy.


El chasco llegó en 1990, cuando un tal Charles Shaw confesó en un periódico que él era quien cantaba en los discos y que Milli Vanilli eran un par de impostores. Desesperados, Rob y Fav le pidieron a Frank Farian que los cubriera pero, temeroso de hacer más el ridículo, el productor optó por reconocer públicamente la verdad. Poco después, al dúo le quitaron su Grammy y lo echaron de su sello discográfico. Tras el escándalo, los Milli grabaron algún disco con sus verdaderas voces, pero ya nadie les creía. Rob no encajó bien el fracaso y acabó muerto por sobredosis en 1998. 

 2. Jordy: el niño cantor traicionado por sus padres. Marisol, Joselito, Nikka Costa… Casos de niños canores los hay a patadas, pero ninguno tan precoz y tan fugaz como el del francés Jordy. Su primer éxito, con solo cuatro años, fue Dur dur d’être bébé! (1992), donde, sobre una base dance, el niño balbuceaba una letra sobre las tribulaciones de ser pequeño. Los responsables de la música eran sus padres, el productor Claude Lemoine y la compositora Patricia Clerget, que se hicieron de oro gracias a la simpatía de su vástago. Con su primer disco, Jordy entró en el Libro Guiness de los Records como el artista más joven (4 años) en llegar al número uno en todo el mundo. El segundo disco mantuvo el éxito, y una de sus canciones fue incluida en la película Mira quién habla también (1993). Pero el tercero fracasó.


Mientras, los padres de Jordy dilapidaron la fortuna ganada por su hijo y hasta montaron La granja de Jordy, una fallida atracción turística. Arruinado, el matrimonio se divorció y el nene volvió al cole. Cuando llegó a la mayoría de edad no quedaba ni un céntimo de todo aquel dinero que había ganado de niño, y acabó haciendo reality shows, esos grandes vertederos de juguetes rotos.

 3. U2: un directo lleno de sonido enlatado. En 1992, tras un radical cambio de imagen y sonido, la banda irlandesa más famosa del mundo emprendió el Zoo TV Tour, una gira de conciertos por los cinco continentes. En ella, el grupo cambió por completo su concepción del directo, que pasó de la austeridad de las giras anteriores a ser un espectáculo multimedia. Para quitarse trabajo y sincronizar bien imágenes, luces y sonidos, Bono y los suyos llevaron todos los instrumentos pregrabados. Como a menudo había fallos de sincronización, fueron muchos los que los acusaron de fraude.

 Uno de los que los que más cizaña metió fue el cantante de Kiss Gene Simmons: “Si, como U2, cobras 100 dólares por la entrada, hacer mímica sincronizada es una falta total de honradez”, sentenció en una entrevista. Lo más curioso es que, más de una década después, el grupo Kiss también fue sorprendido haciendo playback y tuvo que pedir perdón en Twitter. 

 4. Technotronic: la despampanante chica de portada no sabe cantar. Este grupo belga de eurodance fue ideado por el productor Jo Bogaert, alias Thomas de Quincey. Cuando lanzaron su primer disco, el rompepistas house Pump up the jam (1989), la chica que salía en la portada y en el vídeo era la despampanante modelo Felly Kilingi, pero cantaba Manuela Kamosi, alias Kid K, mucho menos atractiva. 

 En 2009, coincidiendo con el vigésimo aniversario del disco, MC Eric, el otro miembro del dúo, explicaba así el fraude en Tentaciones: “Kid K firmó un contrato ilegal porque era menor de edad. Cuando todo el mundo se dio cuenta, era tarde, porque la canción ya era un éxito en los clubes. Así que encontraron a esta chica parecía africana y tenía una imagen muy fuerte. La compañía la escogió sin que lo supiéramos”.


A partir del siguiente disco, rectificaron, saliendo en todas las fotos y videos y tocando mucho en directo. Pero el éxito nunca les volvió a acompañar.

 5. Leonard Cohen: su mánager y amante le robó todo el dinero. En 1994, harto del mundanal ruido, el cantautor Leonard Cohen tomó la decisión de raparse la cabeza, hacerse monje y recluirse en un monasterio zen de Mount Baldy, Los Ángeles. Antes de retirarse, dejó sus asuntos económicos en manos de su mujer de confianza, Kelly Lynch, que durante 17 años había sido asesora financiera y amante esporádica del cantautor. Pero, traicionando su confianza, Lynch se fugó con los cinco millones de dólares que Cohen tenía ahorrados para su jubilación, dejándolo casi en la bancarrota.


Así las cosas, el cantante tuvo que colgar los hábitos para volver a la carretera y ganar algo de dinero. Y Kelly Lynch fue condenada a 18 meses de cárcel. 6. Rihanna: plagiando con descaro. Pese a tener una preciosa voz y un desarmante atractivo físico, la cantante de Barbados nunca se ha caracterizado por su originalidad. Su efervescente R&B suele picotear de aquí y allá, homenajeando y sampleando (coger partes de otra canción) a su antojo. Por ejemplo, uno de sus mayores éxitos, Don’t stop the music, está construido sobre Wanna be starting something, de Michael Jackson, que la cantante sampleó a golpe de talonario. Lo que sí fue un plagio descarado y traicionero fue Bitch better have my money, una canción estrenada en 2015 que “fusilaba” con descaro un tema de la rapera Just Britttany, titulado Betta have my money. Como es obvio, RiRi no se molestó ni en cambiar el título.

 La prueba del plagio de Rihanna:



7. Boney M: el cantante no canta, pero si lo quiere el público... En 1975, el grupo ABBA arrasaba en todo el mundo. Fue entonces cuando al productor alemán Frank Farian (que más tarde crearía a Milli Vanilli) pensó en montar una respuesta negra y exótica a los fabulosos suecos. Para ello, contrató a dos cantantes y una modelo, todas del Caribe, y a un DJ antillano que atendía por Bobby Farrell. Como el susodicho DJ no sabía cantar, Farian decidió hacerlo él mismo. 

 El éxito del grupo, llamado Boney M, fue apoteósico y canciones como Ma Baker, Belfast o Rivers of Babylon arrasaron en todo el mundo. Fue entonces cuando Bobby Farrell empezó a protestar y a pedir que lo dejaran cantar. Pero Farian, que disfrutaba siendo la voz en la sombra, no aceptó y, harto de la rebeldía de Farrell, lo echó del grupo y puso a otro monigote al frente. La cosa no funcionó, pues el público se quejaba de que aquel impostor no era “el negro de Boney M”. Así que el productor tuvo que llegar a un acuerdo con el falso cantante, que aceptó volver al grupo a cambio de dinero extra y cambiar su nombre por “Bobby Farrell & Boney M”.


8. C+C Music Factory: tú te callas. Los productores americanos Robert Clivillés y David Cole crearon este grupo de dance pop a principios de los noventa. Tras hacer unas bases, contrataron al rapero Freedon Wiliams y a la vocalista Martha Wash para poner voces en rompepistas como Gonna make you sweat (Everybody dance now). El éxito fue legendario: cinco veces disco de platino. Pero la señorita que salía en la portada de los discos y en los vídeos no era la oronda cantante Martha Walsh, sino Zelma Davis, una deslumbrante modelo de 19 años que, años después, se lavaría las manos en una entrevista de Rolling Stone: “Yo era joven e inocente. Recuerdo que les dije a los que grababan el videoclip que eso no lo había cantado yo y los de la casa de discos me hicieron callar”.


La que no se calló fue Martha Walsh, que denunció a los productores y a CBS/Sony por fraude, publicidad engañosa y apropiación comercial.

 9. Michael Jackson: un disco póstumo con la voz de otro. En diciembre de 2010, poco más de un año después de la muerte del Rey del Pop, se publicó Michael, un (supuesto) álbum póstumo de canciones inéditas. Desde el primer momento, el lanzamiento fue criticado tanto por los parientes, amigos y colaboradores del cantante, que consideraban una falta de respeto publicar unas canciones que no estaban acabadas. Lo que no sabían es que en muchas de ellas ni siquiera cantaba Michael, sino Jason Malachi, dotado de una tesitura de voz muy parecida. 

 La primera que llamó la atención sobre el fraude fue Paris, la hija de Michael que, en una conversación por vídeo chat con varios amigos, la chica comentó que “mi padre no canta ninguna canción de ese álbum. Busca en YouTube a Jason Malachi. ¡Es él!”. La conversación fue grabada y se filtró a Internet, donde ya había un clamor que especulaba sobre el fraude. Y en enero fue el propio Malachi quien reveló la verdad en su Facebook: "Chicos, creo que es hora de confesar. Era yo quien cantaba Breaking News, Keep Your Head Up, Monster y Stay. Yo tenía un acuerdo con la compañía discográfica, pero ahora el gato está fuera de la bolsa. Perdón a todos mis fans, y a los fans de Michael Jackson".



10. Billy Joel: estafado y arruinado. Desde 1973 hasta que se retiró temporalmente en 1993, esta estrella del pop facturó 40 éxitos, ganó seis premios Grammy y despachó más de 100 millones de discos en todo el mundo. Sin embargo, por avatares del destino, también se ha arruinado varias veces. El ejemplo más sonado fue cuando Frank Weber, su ex mánager, usó 30 millones de dólares que sacó de las cuentas del cantante para avalar prestamos personales y realizar varias inversiones que acabaron mal. Joel no se enteró de la estafa hasta 1989, año en que le hicieron una auditoría, y tuvo que declararse en quiebra, demandando poco después a Weber por fraude y apropiación indebida. Hay más: el ex manager era padrino de la hija del cantante y había sido su cuñado. El caso afectó tanto al artista que en su disco River of dreams (1993) dedicó varias canciones al asunto.



11. Selena Gomez: el tropezón que desveló que todo era falso. En octubre de 2013, en un concierto en la ciudad de Fairfax (Virginia) Selena Gomez cantaba lel tema Slow down, mientras daba botes y animaba al público. Tanto empeño puso en sus bailoteos que no se dio cuenta de que se acercaba a un gran escalón. Así que pisó en falso y se cayó de culo. Pero lo más duro no fue la caída, sino que su voz siguió sonando como si tal cosa, revelando que aquello era un playback de padre y muy señor mío. Para colmo, todo quedó grabado e inmortalizado en YouTube, donde se puede comprobar cómo Selena pega un grito al caerse y su grito se escucha por encima de la voz de la pista. Selena Gomez se tropieza, pero sigue la voz, como si nada: 



12. The Monkees: ese glorioso grupo prefabricado. Michael Nesmith, Davy Jones, Micky Dolenz y Peter Tork. Así se llamaban los cuatro elegidos de un duro casting por el que pasaron más de 500 mozos. El objetivo era formar un cuarteto musical en la línea de los Beatles para actuar en la tele y ponerle cara a unos discos en los que no harían ellos. Producidos por Don Kirshner, sus primeros álbumes están interpretados por músicos norteamericanos tan célebres como Carole King, Neil Sedaka o Neil Diamond. El éxito fue apoteósico, y entre 1966 y 1968 se hartaron de vender discos. Pero, poco a poco y para desespero de su productor, los cuatro figurantes del grupo se fueron rebelando: exigían cantar las canciones y tocar los instrumentos, cuyos rudimentos habían aprendido a fuerza de hacer playbacks. Tanto protestaron que les dieron su oportunidad, pero tuvieron la mala pata de sacar su disco poco antes del Sgt. pepper’s lonely hearts club band, de los Beatles, que los alejó de las listas de éxitos. Después, su programa fue cancelado y el cantante dejó el grupo.


Tanta guerra le dieron los Monkees a su creador que para The Archies, su siguiente proyecto de pop prefabricado, decidió usar dibujos animados en lugar de personas.

 13. Frank Sinatra: chicas contratadas para desmayarse. Adelantándose a Elvis y a los Beatles, el apuesto crooner Frank Sinatra inauguró el fenómeno fans. En 1942, su agente de prensa George Evans, tuvo la feliz ocurrencia de hacer castings de colegialas, para elegir a las que más gritaran y convocarlas en conciertos y apariciones públicas del ídolo; a cambio de cinco dólares, las muchachitas gritaban como posesas y fingían desmayos. Este fraude fue la chispa que encendió el mito de Swoonatra (juego de palabras derivado del verbo “swoon”, es decir, “desmayarse”) y el boom del fenómeno fans: años después, también Brian Epstein, mánager de los Beatles, contrataría chicas para gritar en los conciertos del cuarteto de Liverpool.


14. Lin Miaoke: vergonzante movimiento político. La espectacular ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008 estuvo ensombrecida por el escándalo de un playback infantil. Así, mientras la angelical niña de nueve años Lin Miaoke salía al escenario a actuar y recibir aplausos, entre bambalinas se escondía la verdadera cantante, otra pequeña llamada Yang Peiyi. Pocos días después de la gala se destapó el fraude, Internet se llenó de críticas negativas y el director musical del evento se vio obligado a comparecer para explicar que Lin Maoke fue elegida por ser “muy mona” y en función del “interés nacional”, ya que “queríamos proyectar la imagen correcta”. Estas excusas fueron casi peores que el hecho en sí, y pusieron en evidencia la cruel discriminación que había sufrido Peiyi, que, pese a tener una voz de oro, lucía unos dientes mal alineados y unos sonrosados mofletes.

                       

15. Los Beatles: el día que Lennon plagió, y lo reconoció. Aunque, como la mayoría de las canciones de los Beatles, está firmada por Lennon/McCartney, Come together fue compuesta por John Lennon. Una pieza de rock que abre su disco Abbey Road (1969) y sonó en los cinco continentes. Casi un lustro después, la editora musical del pionero del rock Chuck Berry, propiedad del excéntrico empresario Morris Levy, demandó a John Lennon por plagio: según decía el magnate, había demasiados parecidos entre Come together y la canción de Chuck Berry You can’t catch me. Lennon reconoció el plagio y acabó llegando a un acuerdo extrajudicial con Levy: prometió pagarle grabando otras canciones de su propiedad, cosa que cumplió con su disco en solitario Rock’n’Roll (1975). Lo más curioso del caso es que una de las canciones elegidas fue, precisamente, You can’t catch me, de Chuck Berry. Mientras la productora de Berry lo demandó por plagiar la canción entera, Lennon se defendió diciendo esto: "Sí, era yo componiendo oscuramente sobre un viejo tema de Chuck Berry. A pesar de que no es para nada como la canción de Chuck Berry, me llevaron a juicio porque lo admití una vez hace años. Dejé una línea de la letra igual, que podría haber cambiado por otra. La canción sigue siendo mía, independientemente de Chuck Berry o de cualquier otra persona en el mundo".

 16. Héroes del Silencio: que me devuelvan el dinero. 42 euros, de 2007, costaba la entrada del concierto sevillano de los Héroes del Silencio en el estadio olímpico de La Cartuja; una cita enmarcada en la gira de despedida que llevó al grupo por diferentes capitales españolas y americanas. El de Sevilla era uno de los tres conciertos que dieron en España, por eso mucha gente peregrinó desde sus localidades para verlos, gastándose un buen puñado de euros en viaje, alojamiento y entrada. El estadio estaba abarrotado y, al ser un recinto tan grande, los que no estaban muy cerca creyeron que todo iba bien, pero los asistentes de las primeras filas vieron con horror cómo su grupo favorito perpetraba un playback de agárrate y no te menees: Bunbury no atinaba a mover la boca cuando sonaba su voz enlatada, y por los altavoces sonaban armónicas y otros instrumentos que brillaban por su ausencia en el escenario. Indignados, muchos asistentes escribieron críticas en Internet y reclamaron a la promotora del concierto unas indemnizaciones que nunca llegaron a pagarse. 

 17. Modern Talking: esa canción que tanto bailaste esconde un timo. Geronimo’s cadillac, Brother Louie, Chery chery lady… Los éxitos de este dúo alemán marcaron la banda sonora de los ochenta. Y sus integrantes, Thomas Anders y Dieter Bohlen, se forraron, vendiendo 120 millones de discos. Pero en el año 2001, cuando Anders y Bohlen ya estaban más que jubilados, se descubrió que no eran ellos quienes cantaban los pegajosos falsetes de sus canciones. Es más, el rubio del dúo no había entonado ni una palabra, y el moreno solo algunas partes. Los verdaderos intérpretes de sus coreados estribillos eran tres cantantes profesionales, llamados Rolf Köhler, Detlef Wiedeke y Michael Schol, que se mantuvieron en la sombra mientras los figurantes se llevaban la fama y la fortuna. Cuando se descubrió el pastel, los auténticos vocalistas intentaron en vano emprender una carrera como trío, bajo el nombre de Systems in Blue, pero se estrellaron en el intento. 



18. Credence Clearwater Revival: esquilmando al maestro. Aunque son muchos los que han bebido del jugoso cancionero de Little Richard, uno de los padres fundadores del rock’n’roll, el caso más criminal es el de Travelin’ band, del grupo Creedence Clearwater Revival. El tema fue (ejem) compuesto por el líder del grupo, el cantante y guitarrista John Fogerty en 1970, arrasó en medio mundo y fue versioneado por Elton John, Def Leppard o Jerry Lee Lewis. Pero en 1972, la compañía que poseía los derechos de autor de Little Richard denunció a Fogerty por considerar que Travelin’ band era demasiado parecida al tema Good Golly, Miss Molly. El incidente se resolvió fuera de los tribunales, ya que Fogerty reconoció que había sido un “plagio incidental”, es decir, que lo había hecho sin querer. Suena a excusa barata, pero creíble si tenemos en cuenta que, en una ocasión, Fogerty llegó a plagiarse a sí mismo: en su día fue demandado por la compañía propietaria de la canción Run through the jungle, que era suya, por considerar que se parecía demasiado a The old man down the road, que también era suya. Increíble. 'Traveling' band' es muy parecida a 'Good Golly, Miss Molly'. Como 'I'm down', de los Beatles, a 'Tutti frutti'. Little Richard esquilmado por partida doble.


                  


19. Katy Perry: la flautista mentirosa. En un concierto de 2011 celebrado en Manchester, Katy Perry se las quiso dar de flautista y le salió el silbido por la culata, protagonizando uno de los playback fails más bochornosos de la historia del pop reciente. Un operario le trajo una flauta en una bandeja y ella se puso a tocarla mientras le sujetaban el micrófono. Pero la cantante se quitó la flauta de la boca bastante antes de que dejara de sonar y se giró. Tras un fuerte abucheo del público, torció el gesto y gritó: "¡Vale, no sé tocar la flauta!". Para colmo, alguien subió el vídeo a YouTube y Katy hizo el ridículo a nivel planetario. Katy Perry, pillada tocando la flauta mágica: 




20. Oasis: los 'fusilamientos' de Manchester. El productor de los Beatles, el recientemente fallecido George Martin, llegó a decir que Noel Gallagher, cantante y guitarrista de Oasis, es “el compositor más fino de su generación”. Y tal vez tendría razón… si algunos de sus éxitos fueran suyos. Entre otros artistas, Noel se ha inspirado demasiado en Stevie Wonder, Monthy Python, Gary Glitter, Serge Gainsbourg, Pink Floyd, The Doors y hasta Johann Sebastian Bach. Pero el caso más flagrante es el del tema Cigarrette and alcohol, donde fusiló acordes y ritmos del celebérrimo Get it on, de T. Rex; por supuesto, tuvo que pagar con creces los derechos de autor. También la marca Coca-Cola lo denunció, por plagiar la música de un anuncio de los años setenta (I’d like to teach the world to sing) en su canción Shakermaker. Tras indemnizar a la marca de refrescos, Gallagher declaró con recochineo que “a partir de ahora solo beberé Pepsi”. Los Gallagher llegan demasiado lejos idolatrando a sus influencias.


                                        

21 DE ABRIL: EL ENIGMA DEL "OCULUS" DEL PANTEÓN

Coincidente con la época de las visitas del emperador al templo y cuando la tradición celebraba la fundación de Roma, la luz del sol incide directamente en un punto exacto sobre la puerta de entrada del recinto


21 de abril, mediodía. La Ciudad Eterna. Las siete colinas. San Pedro. Roma vio nacer una civilización que gobernó el destino del mundo durante siglos, y cuentan las leyenda que tal día como hoy se cumplen 2769 años de su nacimiento. Si alguna vez visita la capital italiana y solo puede ver una cosa, diríjase al panteón de Agripa. No le costará ni un euro, la visita es gratuita.

 Se trata de uno de los mejores edificios conservados del mundo romano y testimonio de más de 2.000 años de antigüedad del inmenso poder y riqueza del imperio. Entrar e intentar descifrar sus incógnitas y curiosidades puede ser una experiencia maravillosa. Una de ellas, el uso verdadero que se le dio en su momento. Cuentan que podría haber sido utilizado como un enorme reloj solar además de haber sido dedicado a los dioses. 

 Nada más adentrarnos, veremos una de sus características peculiares: la luz solar entra únicamente a través del 'oculus', una abertura circular de 8,3 metros de diámetro situada en el centro de la cúpula semiesférica. La disposición tiene un significado especial. Durante los meses de invierno, la luz del sol del mediodía realiza una trayectoria que va iluminando la parte interior de la cúpula. En verano, por el contrario, y con el sol en lo más alto, la luz impacta en los muros inferiores y el suelo. 

Coincidiendo con los equinoccios, la luz del sol que penetra a través del óculo al mediodía incide directamente en un punto exacto sobre la puerta de entrada del recinto, atravesándola e iluminando el atrio de entrada. Algo similar a lo que ocurre el 21 de abril, coincidente con la época de las visitas del emperador al templo y cuando la tradición celebraba la fundación de Roma. La luz cae justo en el pórtico de acceso al monumento, un símbolo de que el emperador era invitado por el sol para entrar en el edificio. La escenografía habría sido vista por los romanos como la elevación de un emperador al reino de los dioses, una afirmación cosmológica de su poder divino cuando entra en el edificio, por lo cual fue utilizado como sala de audiencias, así como lugar de culto.

 Esta teoría ha sido estudiada por varios historiadores y científicos como Giulio Magli y Robert Hannah, los cuales publicaron en una revista académica, Numen, varios razonamientos de las investigaciones en las que llevan trabajando varios años. 

 «Es imposible que sea una coincidencia que la luz del sol llegue al ecuador de la cúpula justo durante el equinoccio, porque esto es resultado de la forma del interior de la cúpula, y el interior de la cúpula está deliberadamente construido para que tenga el aspecto de un perfecto hemisferio, aunque estructuralmente no lo sea», dice Hannah. 

 El científico neozelandés asegura que, a pesar de demostrar que el Panteón era utilizado como reloj solar, no se puede saber si éste era el propósito principal de su arquitecto, Lucio Cocceio Aucto, quien dejó para la humanidad uno de los mayores misterios arquitectónicos de la antigua Roma, encargado por Marco Vipsanio Agripa (63-12 a.C.).

viernes, 29 de abril de 2016

RENÉE FLEMING Y EL TRUCO DE LA PAJITA

La gran soprano imparte una 'master class’ en Madrid y desvela sus técnicas secretas antes de su recital en el Teatro Real


Renée Fleming siempre lleva una pajita envuelta en su bolso. No por miedo de no encontrarla si se le antoja un refresco, sino para calentar la voz. “Se trata de uno de mis trucos secretos para prepararme antes de salir a cantar y afinar. Soltando el aire, perfilas el sonido y, absorbiéndolo, notas a qué músculos se dirige”. No bromea. Pese a que los asistentes a su master class ayer en la Escuela Superior de Canto de Madrid les pareciera gracioso, la soprano, nacida en Pennsylvania hace 57 años, dedicó algunos minutos a contagiar la técnica del doctor Ingo Tizte, especializado en patología del habla y audiología, aplicada por cantantes, actores y políticos de alto nivel en Estados Unidos.

 Antes de soplar pajita en mano sobre el escenario de la escuela, fue corrigiendo pacientemente a cuatro cantantes jóvenes. Todas aprendieron de ella matices de generosidad maestra, serenidad y caminos para encantar a todos aquellos públicos que la última gran reina del Metropolitan y una de las grandes voces en activo ha empleado a lo largo de una carrera triunfal, sobre todo en su país de origen. Hoy ofrece un recital en el Teatro Real de Madrid, pero previamente se entregó casi dos horas a este curioso baño didáctico, antes de visitar el Museo del Prado y participar en un documental para el que ha elegido hablar de El jardín de las delicias, de El Bosco. 

 Fleming ha llegado a un punto muy sabio en su carrera: “¿Qué busco ahora? Sobre todo, disfrutar. He afrontado tantos retos y me he sentido obsesionada con asumir riesgos cuando era más joven. Pero, llegada a este punto, lo que realmente me importa es divertirme cantando. O perfeccionar detalles, como guiar y fijarme en la acústica más conveniente de los lugares en los que actúo. Se trata de aspectos con los que me recreó mucho más ahora que antes”. Lo hace, sobre todo, cuando envuelve notas en francés: “El idioma con el que más gozo cantando. También en inglés, mi lengua. Pero desgraciadamente dispongo de pocas oportunidades de probarlo”. 

 Se encuentra, más o menos, de retirada. De hecho, la temporada que viene tiene previsto dejar de abordar grandes óperas de repertorio cuando cierre ese capítulo con un Der Rosenkavalier (Richard Strauss) en el Covent Garden, donde dará vida a la legendaria mariscala. “Quiero seguir los consejos que un día me dio Leontyne Price —soprano estadounidense, reconocida por su interpretación de los papeles verdianos—. Los aplico uno por uno…”. Acabar con ciertas cosas sin que el público note el declive, más o menos arriba. Otra de las advertencias que le hubiese trasladado también su admirada Victoria de los Ángeles. “Tenía un permanente rayo de luz en su voz. La escucho mucho porque afortunadamente dejó varias grabaciones. Las considero a ambas mis dos grandes maestras”. 

Pero será un retiro parcial. Seguirá ofreciendo recitales y se meterá en papeles nuevos con autores de la época que le apetezcan. Enseñar algo más, cuando le quede tiempo, sobre todo para guiar a una nueva generación en donde observa, dice, “una competencia feroz”. ¿Hace eso mejores cantantes? “Más preocupados que nosotros por lo teatral, sí”, cree Fleming. “Viven muy presos de la imagen por culpa de las compañías, pero les falta quién les enseñe a diferenciar matices de estilo. Eso no se aprende pronto, a mí me llevó años”, comenta la soprano. 

 Una generación de la que, en cierta manera, se apiada: “Hay una avalancha de cantantes asiáticos, pero entre estas nuevas figuras sobresalen, para mi gusto, en calidad y en lo más alto, los jóvenes de Europa del Este. Son los más preparados y los mejores hoy en día”.

 Los despachos serán también parte de su nueva vida, más alejada de los escenarios. Ya ha asesorado a la Ópera de Chicago y ahora lo hace en el Kennedy Center, de Washington: “Me encanta la creatividad que necesitas hoy para poner en marcha iniciativas operísticas y musicales. Sobre todo a la hora de atraer nuevos públicos. Espero aportar algo en ese campo”.

LOS FELICES 20 AÑOS DEL CAPITÁN ALATRISTE

«He cogido miedo a un personaje que es más de los lectores que mío», confiesa Arturo Pérez-Reverte 

Reúne en un solo volumen de casi 2.000 páginas las siete novelas de la saga sobre su soldado de fortuna del Siglo de Oro



Diego Alatriste y Tenorio es el personaje que más satisfacciones ha procurado a su creador, Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 1951). Pero al tiempo, el desencantado y lúcido soldado de fortuna le infunde un enorme respeto. Es tal el tirón popular del capitán que salió de su magín hace más de 20 años que ha llegado "a cogerle miedo". "Es tan de los otros, tanto emociona al lector, tan suyo lo hace, que me piden cosas que no puedo darles", confiesa el escritor y académico. Lo hace en un almuerzo que celebra las primeras dos décadas de andadura del personaje en la mismísima 'Taberna del capitán Alatriste', en el corazón de Madrid de los Austrias. 

 Con motivo del feliz cumpleaños Alfaguara ha reunido en 'Todo Alatriste', un volumen de casi 2.000 páginas, las siete novelas que han vendido millones de libros en todo el mundo, más de 3,5 solo en España, y que es lectura recomendada en infinitud de escuelas de España y Latinoamérica. Es la obra más difundida y reconocida de su autor, acaso el español más leído en el mundo junto a Carlos Ruiz Zafón, y ha inspirado cómics, películas, obras de teatro, series televisivas y un juego de rol y ha hecho crecer como lectores a miles de jóvenes en el mundo.

 Es una edición muy especial, numerada, de solo 15.150 ejemplares firmada por su autor. La ilustra Joan Mundet, que ha redibujado las cuatro primeras novelas, y cuesta 29,90 euros. El escritor ha releído las siete novelas y salvo alguna errata, no ha cambiado ni una coma. «Jamás me releo, pero la experiencia ha sido agradable. Creo que eran y son buenos libros. Los escribí para mi hija y tenía que ser exigente conmigo mismo. Me pondría un notable», dice sin asomo de falsa modestia.

 Quería que su hija Carlota, entonces con 12 años, «aprendiera historia y conociera su pasado, que es la única manera de interpretar el presente y atisbar el futuro». Implicó a Carlota en una investigación que «acabó siendo una reflexión amarga sobre por qué somos como somos, sobre un país que era y es vil, turbio, en el que hubo reyes imbéciles, curas fanáticos y ministros incompetentes». «No quería recrear la historia ni el Siglo de Oro, quería explicar el presente para que mi hija comprendiera por qué un rey mete la gamba y entendiera de dónde venimos», insiste.

 Fue en un vuelo a Chile donde Pérez-Reverte pergeñó la trama de la primera entrega y las características de su héroe. Más bien un antihéroe «que tiene mucho más de Ulises que de Aquiles». «El héroe que me interesa tiene canas en el alma y sangre en las uñas. Por eso el lector reconoce que es auténtico, y no un camelo de Reverte», asegura el escritor para tratar de explicar la enorme aceptación que ha tenido en lectores de los cinco continentes. 

 Personaje y escritor comparten más de lo que se pueda suponer. «Alatriste caza solo, como su autor», dice risueño un Pérez-Reverte que encaja sin aspavientos en la definición de «francotirador». «Yo no tengo ideología, tengo biblioteca», dice recurriendo a uno de sus lemas para aclarar las afinidades con su descreído personaje. Se dice tan desesperanzado como el capitán de fortuna, pero asegura que «no he perdido la fe ni en la humanidad ni en la gente».

 Este mastodóntico volumen no supone el final del personaje. Piensa Pérez-Reverte continuar con la serie y avanza que contempla «escribir dos nuevas entregas». Pero eso sí, será dentro de tres o cuatro años, cuando el escritor frise los setenta. «El paso del tiempo se dejará notar en el personaje, que tomará un tono crepuscular, será más escéptico, estará más cansado y será más sabio y más lucido», advierte.

UN EIBARRÉS RECIBE DOS MILLONES DE EUROS POR ESTUDIAR TEORÍA MATEMÁTICA

El premio que le han concedido procede de la convocatoria Advanced Grants y se destinará a investigar en el marco del nuevo proyecto 'Dycon: Dynamic Control'


El catedrático eibarrés de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Enrique Zuazua ha recibido una dotación económica de dos millones de euros del European Research Council para desarrollar su investigación de la Teoría Matemática del Control. 

 Zuazua, nacido en Eibar hace 54 años, comenzó su carrera en la Universidad del País Vasco, donde se doctoró en 1987, mientras que su segundo doctorado lo recibió en la Universidad Pierre et Marie Curie en 1988. 

 Posteriormente fue director y fundador científico del Basque Center for Applied Mathematics (BCAM) de Bilbao, y desde 2001 es catedrático de Matemática Aplicada de la UAM.

El premio que le han concedido a este catedrático de Estratégica de Matemática Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid, procede de la convocatoria Advanced Grants y se destinará a investigar en el marco del nuevo proyecto "Dycon: Dynamic Control", según ha señalado la UAM en un comunicado. 

 La Teoría Matemática del Control analiza los mecanismos de regulación que la naturaleza ha generado y los emula a través de teoremas, permitiendo avanzar en cada uno de los terrenos del I+D+i más modelizables a través de ecuaciones en derivadas parciales, han añadido desde el centro. 

Además, han explicado que, en este caso, el ordenador es el "gran aliado" de las matemáticas, ya que permite simular el control de procesos dinámicos mediante los algoritmos que emanan de esos teoremas y que conducen a software de gran utilidad en ámbitos diversos como la investigación biomédica, energía o economía.

 Entre los reconocimientos que ha recibido Zuazua a lo largo de su carrera, destaca el título de primer embajador internacional de la Friedrich-Alexander-Universität (FAU), el Premio Euskadi de Ciencia y Tecnología (2006), el Premio Nacional Julio Rey Pastor en Matemáticas y Tecnologías de la Información y Comunicación (2007), y el Premio Humboldt Research Award (2013). 

 Por otro lado, recibió la Cátedra de Excelencia del Centre International de Mathématiques et Informatique de Tolouse (CIMI) y el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Lorraine (Francia) en 2014.

UN BUSCAVIDAS ERRANTE

LOS VIAJES DE CERVANTES

 Una propuesta interesante de El Diario Vasco.

UNO ES DEUDOR DE SU PASADO

“Ahora hago lo que quiero. Es lo que hay que hacer”

'A corazón abierto' es más que un disco, es un capricho en vinilo. Mikel Erentxun.


Tarde o temprano, nadie parece poder escapar de ese punto de inflexión que marca la existencia. Mikel Erentxun (Caracas, 1965) sufrió el suyo hace tres años en forma de cardiopatía. Entre las paredes de una habitación de hospital forjó la última etapa de su carrera artística. Él la llama "ciclo corazones", igual que el álbum que nació de la traumática experiencia. En el EP Corazón salvaje recuperó cuatro temas que se le quedaron en el tintero en el trabajo anterior. Y A corazón abierto pone el colofón. "Es un capricho que me hago a mí mismo", apunta el artista.

 Así define el músico su disco más reciente, un álbum con pinta de reclamo para fetichistas. Únicamente se pudo conseguir durante el Record Store Day, el pasado 16 de abril, en una edición especial de 500 copias. Y en vinilo. Un disco que tiene grabado más profundamente su indiscutible sello. "Soy muy romántico, y un defensor del sonido analógico. Hago bandera de él en mis discos". Quizás sea el argumento más convincente de lo que, asegura, le ha brindado la madurez. "Musicalmente hago lo que quiero. Empecé a disfrutar más mi carrera en 2009, cuando publiqué Detalle del miedo. Tras mi enfermedad me di cuenta, todavía más, que es lo que hay que hacer". 

 La misma filosofía que ha adaptado a su cotidianeidad. "Este tipo de sustos te obliga a cambiar mucho. Ahora llevo una rutina más ordenada, disfruto más del día a día". Como una prueba fehaciente de sus palabras, explica por teléfono desde San Sebastián los pormenores de su nueva vida. Mientras, pasea a su perro por un parque de la ciudad donde está afincado desde los años 70. Y reflexiona. "Creo que ahora soy una persona mejor".


Un aprendizaje que le ha llevado a relativizar su imborrable etapa en Duncan Dhu, a la que al principio de su carrera como solista se sentía irremediablemente amarrado. "Uno es deudor de su pasado. Hagas lo que hagas, hay que ser coherente con él", incide. "Hubo un tiempo en el que me molestaba no poder alejarme de aquella etapa. Sobre todo al principio", relata. Otra parcela que también se toma con una dosis de mayor relax. "Duncan Dhu es muy grande, no se puede dejar atrás. Pero mis fans de siempre saben que tengo una carrera dilatada, casi llevo más años como solista que con el grupo. Ellos me siguen haga lo que haga, y el tiempo pone cada disco en su lugar". 

Recientemente ha incurrido en la nostalgia ochentera y se ha reconciliado definitivamente con ese pasado que durante un tiempo le costó encajar con el nuevo Erentxun. Participó en el programa A mi manera, de La Sexta, junto a otras figuras clave del panorama musical español. Una reunión de artistas versionando entre sí sus grandes éxitos. Quién le iba a decir que sería la despedida definitiva de Manolo Tena. "Su muerte fue un shock. En el tiempo que pasamos con él grabando el programa lo vimos muy bien. Acababa de sacar disco, tenía muchas ganas de hacer cosas". Triste azar, Tena iba a cantar con Mikel Erentxun en el Matinal de EL PAÍS. No podrá ser, pero no faltará su recuerdo, adelanta el músico. "Será mi pequeño homenaje".


GÜNTER GRASS SE BURLA DE LA ACTUALIDAD Y DEL FUTURO

‘De la finitud’, su poemario póstumo, se publica en español

El pasado miércoles, hizo un año de la muerte súbita de Günter Grass, aunque los síntomas del final le llegaron pronto. No era un hombre sentimental, o así no se expresaba, pero tenía un humor corrosivo e implacable, también contra sí mismo. Con esa distancia que tenía para todo, incluida su persona, escribió antes del fin un libro de poemas que acababa de corregir cuando lo llevaron al hospital cerca de su casa, en Lübeck (Alemania). Tenía 87 años y fue premio Nobel de Literatura en 1999 y premio Príncipe de Asturias el mismo año. Fue el autor de El tambor de hojalata,su obra máxima.

 Ese libro que Grass escribió poco antes de morir se titula De la finitud, ha sido publicado por su editorial, Alfaguara, y se presenta esta tarde en el Instituto Goethe de Madrid en un acto en el que intervendrán su traductor, Miguel Sáenz, poeta y académico, y el también académico José Luis Gómez, actor que se formó en Alemania. Gómez leerá versos de este inquietante, satírico, rabiosamente autobiográfico poemario.


En De la finitud Grass describe la actualidad para quitarle toda sustancia dramática, como si estuviera ocurriendo en otro territorio y en otro tiempo. Las guerras que dominan el mundo hoy le evocan al Nobel de Pelando la cebolla las mismas maldades que conoció de joven, cuando él mismo fue reclutado, de adolescente, para participar en el drama más sanguinario del siglo, cometido en nombre de la xenofobia nazi. Y aquí de nuevo, la xenofobia, esta vez la xenofobia europea, que saltó otra vez al escenario continental antes de que él muriera, es materia de su ironía, de su rabia o de su distanciamiento. Como el futuro, que ya ve como un claroscuro ridículo e innecesario.

 Ya es tan consciente de que no va a seguir viendo dramas así, o comedias de la magnitud de las que suceden en el mundo, que cuenta, en una larga narración-poema, la decisión común, de su esposa, Ute, y de él mismo, de buscar los ataúdes adecuados para el término que a los dos, mayores ya, se les acerca. Encuentran al fin la madera adecuada, distinta para cada uno; acuerda con un ebanista el tamaño preciso para ambos y, finalmente, esas dos cajas reposan en un sótano. Hasta que los ladrones saquean la casa, se las llevan con otros objetos y las devuelven en una sucesión inquietante que él va contando como quien clava alfileres en el océano. 

 Minuciosidad y hechos 

 El libro entero, incluido ese suceso que aparece en su mitad como un símbolo del resto, está dibujado con la minuciosidad con que narra cada uno de los hechos que suscitan su curiosidad o su espada. El Grass poeta y narrador se sirve de su pincel oscuro para trasladar su visión de la naturaleza, sobre todo, pero no deja que de ese universo se escape él mismo, su rostro desdentado, del que se burla como si estuviera tachando su espejo y riéndose de él. 

 Hay algunos elementos de nostalgia, sin embargo; de Portugal, por ejemplo, en cuya casa de Faro se desprendía de los dolores o de las ansiedades de Europa, mirando hacia Marruecos. España está también presente, entre otras cosas porque de aquí eran los estudiantes que en un momento determinado le proveyeron de las cintas con las que alimentaba su insaciable (hasta que llegó el fin) Olivetti, la máquina de escribir que vivió con él como una amante hasta que ya no pudo más. Los hijos, los nietos, el paisaje, el sol, el hombre roto por la edad, el desdentado abuelo que come almendras tostadas con los más pequeños de la familia... todo ello está en De la finitud, un libro del que se sale conociendo a un cascarrabias que aquí se presenta también como un hombre capaz de ver su sombra como si fuera la de un árbol en decadencia.

jueves, 28 de abril de 2016

EL ÚLTIMO BESO DE GABO

Tras dos años sin García Márquez, su ausencia se siente como un relámpago de frío entre sus amigos

El autor de Cien años de soledad murió el 17 de abril de 2014 en México. Lo evocan Juan Gossaín, escritor, periodista, uno de sus más grandes amigos, y su hermano menor, Jaime, que ahora trabaja en la gerencia de la Fundación Nuevo Periodismo que fundó Gabo. Estos monólogos fueron recogidos por Juan Cruz en Cartagena de Indias.


Juan Gossaín: "En sus libros hay vida y recuerdos" "¿Sabes qué extraño de Gabo? Que era un factor de unificación de los amigos viejos. Uno no sabe eso cuando los amigos están vivos. Estaba aquí, lo veías, y cuando no estaba también lo veías en los amigos que seguían en Cartagena, pero cuando él venía esto parecía una caja de música, él nos ponía a hablar. Y muerto Gabo es como si nos hubiéramos muerto todos. Yo no he vuelto a ver a los viejos amigos, ni siquiera tengo la pulsión de decir 'voy a llamar a este o al otro'; se fueron todos porque se fue Gabo, es como si nos hubiéramos ido todos con Gabo, eso es lo que más extraño, lo que más me llega…". 

 “¿Y cómo era? Yo llevo luchando con la gente contra una imagen de Gabo que yo sé que existe, que él buscó sin proponérselo. Es la del arrogante. Y desde que lo conocí, cuando yo tenía 14 años, aquí, en Cartagena, sé que eso no es petulancia ni soberbia: sé que es timidez ante los extraños. Gabo se retraía y la gente lo tomaba como que se distanciaba. Pero cuando estaba solo con los amigos entonces era un bromista. ¿Sabes qué le encantaba? Recordar viejas historias, '¿sabes aquella de cuando en 1959 iba Cepeda Zamudio por las calles de Barranquilla, y apareció una mujer, una putica de la calle…?'… ¡Era feliz! Le gustaba tomar el pelo a los amigos, ponerles apodos. Le gustaba recordar, eso es lo que le gustaba. Se encontraba contigo y te saludaba como si no te hubiera visto en siglos. '¡Ven acá! ¿Cómo era aquel cuento de cuando tú y yo íbamos por el centro de Cartagena…?' Ese hombre era una evocación permanente". 

“Yo lo conocí en la puerta de un teatro. Era el primer festival de cine de Cartagena. Él estaba con Ripstein, Lucha Villa, los mexicanos. Ponían la película que hizo con Ripstein, Tiempo de morir. Y en la pantalla dice Juan Sayago el nombre de mi pueblo, San Bernardo del Viento. ¡Di un respingo! Al salir del teatro había un señor con la pierna puesta contra la pared. Era García Márquez. Le pregunté por qué había puesto el nombre de mi pueblo. Elemental, me dijo, 'porque es bonito'. Medio siglo más tarde estábamos almorzando aquí, ya él era un mito, íntimo de reyes y ministros… Entonces le volví a preguntar por qué había puesto en Tiempo de morir el nombre de mi pueblo. Saltó de la silla y me dijo: '¡Otra vez la misma pregunta de aquel día en la puerta del teatro!' ¡Y de nuevo me reprodujo aquella historia de medio siglo atrás! La verdadera gracia de Gabo es que se acordaba de ese y también de todos los episodios de su infancia para poderlos reconstruir y para que fueran alimento de su ternura".

 “Por eso creo que el genio de Gabo es el mejor homenaje que la conciencia humana ha hecho al recuerdo, a la evocación. Y no basta con recordar: lo recordaba por el gusto de recordarlo absolutamente todo; y para los detalles nos usaba a los amigos… Por eso desde la primera página del primer libro a la última del último libro lo que hay es una vida, la vida de García Márquez: su pueblo, sus casas, sus amigos, sus parientes, la gente que conoció, la gente que estimó; es decir, recuerdos. Lo único que García Márquez necesitaba para ser un genio era recordarlo y contarlo bien. A eso le ayudó el lenguaje del Caribe. No bastaba con recordar, claro, faltaba esa música, y faltaba quien le ayudara a recordar. Por eso buscaba incansablemente a los amigos. Era el lenguaje de donde ocurrieron las cosas. Por eso suena Gabo a Caribe. Redescubrió el sentimiento, el valor de esta música. El Caribe es el hombre universal que soñaba Aristóteles. El hombre de todos los hombres está en el Caribe. Necesitaba a alguien que echara el cuento y nadie lo contó mejor que García Márquez. La literatura de Gabo en el fondo no es sino la historia mejor contada del Caribe. 

 “Y, claro, estaba lo que le dio el periodismo. Buscó la fuente siempre, el origen, y eso le sirvió para la ficción y para la realidad. Le dio la exactitud…, pero le sirvió también, en la ficción, para convencer a la gente de que lo que decía era realidad aunque inventara las cifras… Que el lector le crea: esa ambición, y esa manera de lograr la creencia del lector, se la dio el periodismo. El periodismo y el lenguaje de la gente. Por eso, cuando la gente le preguntaba de dónde viene su estilo, él decía: 'De mi abuela'. Ah, y la música, que le vino del origen guajiro de sus antepasados. La brujería, la magia, las leyendas indígenas, las tradiciones… Juan Luis Cebrián publicó hace años un libro en el que estamos Gabo y yo, él tenía 45 años y todo el éxito, y yo era un principiante de 21 en El Espectador… Ahí es donde él dijo aquello que luego quedó canonizado: 'Cien años de soledad es un vallenato de 350 páginas…' Y cuando salió El amor en los tiempos del cólera, aquel memorión me dijo: '¿Te acuerdas de lo que te dije hace años? ¡Pues esta novela es un bolero!". 

 “¿La última pregunta? No se la hice. Vino a Cartagena, ya estaba enfermo. Preguntó por mí, y me acerqué, trató de hablarme y yo me agaché, era en un almuerzo… Me miró, no dijo nada, me agarró la mano y me la besó. Yo sé que quiso decirme que como había tanta bulla no podíamos hacernos cuentos, y eso fue lo último, un beso en la mano. A los seis meses se murió el amigo más entrañable que he tenido”. 

 Jaime García Márquez: “El no hacía realismo mágico, sino cosas mágicas”


 “A mí a veces me da un poco de pudor tener que contar de Gabito… Pero cada día voy sabiendo más de él, no sólo por mí, sino por lo que me dicen. Tú dices que Nelson Noches, su amigo de Aracataca, decía que Gabo se le aparecía por las noches a jugar al ajedrez. Si Gabito no jugaba al ajedrez... Pero si él estuviera aquí me diría 'Ven acá, Jaime, ¿y tú por qué dices que yo no juego al ajedrez?' Él se inventaba mucho, pero mucho estaba aquí, en Cartagena o en la casa de Aracataca, donde nació, lo que pasa es que a la gente le dio por decir que era realismo mágico. ¡Gabo no echaba nunca una mentira, todo lo que cuenta es verdad, nosotros lo vimos! Un día me citó en Barranquilla, y yo me fui perdiendo por esos caminos, hasta que llegué a un cruce y le pregunté a un hombre si iba por el camino correcto. ¡El hombre era Gabito! Con él pasaban cosas mágicas, pero no era realismo mágico, ¡pasaba! Lo que pasa es que él personifica eso de que la realidad supera la ficción, mérito del Caribe. 

“Lo que pasa es que nosotros no sabemos convertir todo eso en literatura. Y él agarró los cuentos de la madre, de la abuela, esta cultura, ¡Cien años de soledad es verdad! Él me dijo un día: 'Jaime, todo lo que yo cuento es verdad'. Lo asistía la magia, es cierto; con lo que le sucede a todas las personas él hizo cuentos. Puso de moda nuestras palabras y parecía que estaba inventándolas… Nosotros no parábamos de hablar, en casa, en la calle, es la vida caribe, y Gabito escuchaba. Para él un rincón guapo era una charla en familia. Él era el escuchante feliz… Era un esponja para conseguir información, y tenía una memoria privilegiada.


“Fue mi padrino. Según Gabito, fui seismesino. Era un renacuajo que se iba a morir. Hay tantas historias… Por ejemplo, El coronel no tiene quien le escriba… Ese coronel es mi abuelo, definitivamente. Se pasó toda la vida peleando por una pensión vitalicia… ¿Te acuerdas de lo que dice al final del cuento, ese conflicto sobre matar el gallo y la pregunta de su señora, qué comemos mañana? Y el coronel responde '¡Mierda!', ese es mi abuelo. Esa es una metáfora de la historia de mi abuelo esperando la pensión que llega".

 “¿Qué cómo es la vida aquí sin Gabito? No lo puedo explicar, y no lo puedo explicar porque es un sentimiento que aún no he superado. Estoy visitando a un primo que es psiquiatra. Me dice mi primo: 'La única manera de que tú superes esta situación es llorando. Haz el ejercicio, llora. Si lo retienes eso te hace daño'. Pero es un problema que no me pasa sólo a mí. Pero es que si yo lloro se nota más, porque soy el hermanito menor de Gabo. Pues eso es: es un dolor que no acaba, pero es un dolor contradictorio porque me siento orgulloso de que ese hermano de uno haya logrado lo que él obsesivamente buscó. Yo puedo durar días hablando de Gabito. Gabito era la música y no podemos vivir sin música”.

GOOGLE GANA A LOS AUTORES DE LIBROS LA BATALLA DE LOS DERECHOS

El Supremo de Estados Unidos rechaza que se hayan violado los derechos de autor con el escaneado y digitalización de obras para Google Books


El Supremo de Estados Unidos ha fallado a favor de Google en su batalla de 11 años contra el sindicato americano de autores, que acusaba al gigante tecnológico de haber violado las leyes sobre derechos de autor por escanear y digitalizar millones de libros sin obtener previamente su permiso y sin compensarles. La decisión acaba con el último obstáculo legal que tenía la empresa californiana para su proyecto Google Books.

 El tribunal ha rechazado sin más comentarios escuchar en apelación al Sindicato de Autores, en una decisión que se considera histórica para los derechos de autor de la era digital. El juez Denny Chin considera que el proyecto de librería virtual Google Books, que permite a los usuarios buscar libros y leer extractos y páginas seleccionadas, supone un "uso justo" de las leyes sobre los derechos de autor.  

La decisión judicial está respaldada por el llamado panel de apelación, que en octubre pasado rechazó los argumentos del Sindicato de Autores, que incluye a escritores y a editores prominentes, de que el programa de Google restringiría sus ingresos al permitir el libre acceso de los lectores a los libros. 

Los partidarios de la digitalización argumentaron, por el contrario, que la digitalización ofrece muchos beneficios públicos a los investigadores y lectores. Google ha hecho público un comunicado en el que muestra su satisfacción por el fallo, que concluye, según asegura la compañía, que "Google Books es un proyecto transformador y compatible con el derecho de autor". 

 El comunicado agrega: "El producto actúa como un catálogo de fichas para la era digital, que ofrece a la gente una nueva forma de encontrar y comprar libros, mientras que al mismo tiempo avanzan los intereses de los autores". El Sindicato de Autores sostiene, por el contrario, que la decisión del Supremo supone sentenciar que los autores "no merecen beneficiarse de la digitalización de sus obras". 

 "El final de este proceso no favorece la promoción de la cultura ni la creación, puesto que un servicio como el de Google, que parece de gran utilidad, se ha construido obviando el derecho de los creadores a decidir sobre su obra y a ser remunerados por el uso que ese haga de ella", asevera en un correo electrónico Magdalena Vinent, directora general de Cedro (entidad de gestión de los derechos de autores y editores en España). Y sostiene que el fallo no tiene nada que ver con la legislación europea sobre defensa de la propiedad intelectual, más restrictiva que la estadounidense.

 El proyecto de Google, con el que la compañía aspiraba a convertirse en la biblioteca de Alejandría del futuro, permite a los usuarios buscar entre millones de libros, ya sean títulos antiguos que no tienen ya la protección del copyright u otros de publicación más reciente. "La finalidad de Google Books es buena, pero desde luego se podría haber hecho con la complicidad de los autores. La forma en la que se ha desarrollado esta parte en la que se han escaneado millones de libros sin la autorización de sus titulares derechos no reconoce ni promueve la creación, sino todo lo contrario", considera sin embargo Vinent. 

 En 2008, Google llegó a un acuerdo con la Asociación de Editores Americanos y el Sindicato de Autores y por el que la compañía se comprometía a crear un registro de todos los libros escaneados para su biblioteca virtual y destinar 125 millones de dólares a pagar aquellos autores cuyos libros hubieran sido escaneados sin permiso o a encontrar a aquellos que no se hubieran pronunciado. Pero el propio juez Chin paralizó el pacto. En aquel momento, aseguró que la creación de la biblioteca universal sería beneficiosa para muchos pero "simplemente ha llegado demasiado lejos" y le daría a Google demasiadas ventajas sobre sus competidores. 

 Desde que Google comenzó la digitalización, en 2004, con un robot de escaneado de alta tecnología que acaparó titulares en su momento, el buscador se ha acercado al mundo académico e intelectual de manera notable. No solo llegó a acuerdos con universidades cuyos fondos no les permitían hacer digital todo su archivo, sino también a grandes centros, como el caso de ła Biblioteca Nacional en España. En 2005 comenzaron a escucharse las primeras voces críticas y la primera. 

 Uno de los puntos más interesantes de Google Books es la implantación del conocido buscador dentro de este nuevo contenido. Su contrastada velocidad y certero uso para dar con los conceptos deseados, han servido para que se consulten con más frecuencia publicaciones académicas que apenas tenían actividad. De ahí que también pueda surgir la duda de que el servicio ofrezca una mayor visibilidad y por tanto beneficios a los escritores. "Corresponde al autor decidir sobre el uso de su obra, y en este caso, nadie le ha preguntado", responde sin embargo Vinent. 

 Roxana Robinson, presidente de Authors Guild, a través de una declaración escrita, ha criticado el fallo: "Los autores acabamos de sufrir una gran pérdida". Keith Kupfershmid, director del grupo a favor de los derechos de autor Copyright Alliance, también se muestra molesto por el resultado: "Al evitar entrar de verdad en el caso, la Corte Suprema está dejando a su suerte a creadores y poseedores de derechos".

UN "LORCA" POCO REPRESENTADO LLEGA AL TEATRO DE LA ABADÍA

‘Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín’ se estrena en el Festival de Otoño en Primavera


Los hados se han unido felizmente este año en torno al teatro más transgresor de Federico García Lorca. Tras el estreno de El público, de Álex Rigola, y Así que pasen cinco años, dirigido por Ricardo Iniesta, llega a los escenarios la otra gran tercera obra de la dramaturgia lorquiana más olvidada y menos representada. Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín, de enorme calidad poética y vigencia, se estrena mañana miércoles en el Teatro de La Abadía de Madrid, dentro de la programación del XXXIII Festival de Otoño a Primavera. Alberto Conejero y Darío Facal reinventan este Lorca, un montaje de la compañía Metatarso por encargo de la Comunidad de Madrid en el 80 aniversario de la muerte del poeta granadino.

 Escrita entre 1922 y 1926, Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín mezcla la lírica y lo grotesco, la farsa y la tragedia. Es una obra en apariencia ingenua pero que esconde una carga de profundidad muy perturbadora, en opinión de su director, Darío Facal, para quien este texto de Lorca habla de un amor sexual y del deseo más carnal. "Es un equilibrio perfecto entre el patetismo y la tragedia, entre el amor y la sexualidad, la delicadeza y la brutalidad", dice Facal, que tenía muy claro que Emilio Gavira era el actor idóneo para representar a Don Perlimplín, un hombre de avanzada edad que se enamora de una joven. Junto a Gavira —“llena de sentido el diminutivo de Perlimplín”, según Facal— intervienen en la obra Berta Ojea, Olivia Delcán y Cristina Otero. La imposibilidad del amor, la frontera física entre el viejo y la joven laten y llenan de patetismo esa distancia enorme que les separa. El montaje se representa cuatro días en La Abadía con el objetivo de ir de gira por España.  

Buscando una visión contemporánea, en un afán de devolver la obra al teatro de vanguardia para ofrecer un montaje más actual, en la versión de Alberto Conejero se ha eliminado el Interludio de los duendes y se ha añadido el Retablillo de don Cristóbal, además de poemas y otros textos de Lorca. “Don Perlimplín es un sortilegio, una encrucijada dentro de la obra de Federico que entra de lleno dentro del teatro popular y tradicional y la vanguardia. Bajo una apariencia de tópicos, Lorca la lleva a un sitio inédito en su teatro. Es una mezcla singular que va de lo sublime y ridículo, un animal extraño, una pólvora inestable”, explica entusiasmado Conejero. 

 Es Don Perlimplín la primera dramaturgia de Lorca que realiza Conejero, para quien el reto estaba no solo en enfrentarse a una obra muy poco conocida —“es un texto difícil que se ha representado poco, primero por su duración porque apenas llega a los 40 minutos en su versión original y, segundo, porque es una pieza muy bella pero extraña, que pasa de un género a otro y que bebe del teatro de marionetas”—. 

 Han luchado Conejero y Facal con esa visión de texto blando y edulcorado con la que se ha tratado normalmente a Don Perlimplín, que fue prohibida por la censura por considerarla una obra obscena. “Es todo lo contrario, es salvaje y amenazante”, reitera Conejero, para quien la mayoría de los montajes realizados hasta ahora se han centrado en el tema clásico de los amores de un viejo y una joven. “No es una obra sobre el amor, sino sobre el cuerpo como clausura de ese amor. El amor en Don Perlimplín tiene algo de accidente catastrófico”. 

 Con este montaje de Lorca se estrena el proyecto de la Comunidad de Madrid que tiene como objetivo la recuperación del patrimonio literario español por parte de dramaturgos jóvenes. Jaime de los Santos, director general de Promoción Cultural, lo tiene claro. “Este proyecto busca ampliar las fronteras del Festival de Otoño en Primavera y que los montaje estrenados aquí se puedan representar por toda la geografía española”.

FACEBOOK LANZA UNA APLICACIÓN QUE DESCRIBE IMÁGENES A PERSONAS CIEGAS

La herramienta se puede utilizar en dispositivos con sistema operativo de Apple, como iPhone o iPad


Facebook dispone ya de una aplicación llamada Automatic Alternative Text (AAT por sus siglas en inglés), que permitirá que las personas ciegas o con deficiencia visual puedan conocer el contenido de las fotografías que se publican en esta red social. La herramienta utiliza una tecnología de reconocimiento que genera descripciones de las fotografías.


El programa ha sido desarrollado durante varios meses por el equipo de Facebook encargado de accesibilidad y está disponible en inglés para dispositivos que funcionen con el sistema operativo iOS de Apple, como iPhone o iPad, ya que es el soporte en el que tiene más usuarios. En el futuro se plantean que esta tecnología amplíe a Android y a los navegadores web. La aplicación es obra de Matt King, un ingeniero ciego que trabaja para la red social, y que ha tratado de facilitar el acceso igualitario a la información. Aunque el margen de error es pequeño, la descripción de cada fotografía arranca con un "la imagen puede contener" en lugar de "la imagen contiene". Las descripciones estarán limitadas a 100 palabras para evitar que el programa proporcione muchos detalles. Reconoce imágenes de medios de transporte (coche, barco, motocicleta), naturaleza (montaña, aire libre, sol, césped), deportes (tenis, estadio, natación), comida (sushi, un postre, helado) y descripciones de apariencia (un bebé, gafas, sonrisa, joyas, selfie, etc).



Antes de que se creara el programa, las personas con deficiencia visual utilizaban lectores de pantalla que solo les informaban del nombre de la persona que compartía la foto y del comentario que le había añadido. Ahora se podrá escuchar, por ejemplo, "la imagen puede contener tres personas sonriendo en la calle" o "la imagen puede contener una pizza, comida". Los ingenieros que han trabajado en este proyecto intentan que los usuarios puedan saber qué aparece en la imagen —ya muchas veces se recurre únicamente al lenguaje visual, sin más comentarios— y comprender el sentido de los comentarios. Hay casi 300 millones de personas ciegas y con discapacidad visual en el mundo y, cada día se comparten más de 2.000 millones de fotografías a través de redes sociales, ya sea a través de Instagram, de servicios de mensajería Messenger y WhatsApp.

"EL GUERRERO DEL ANTIFAZ", EL RETORNO DE UNA LEYENDA

Universo Comic publica las nuevas aventuras de uno de los personajes más famosos del cómic español


No existía esa cosa llamada internet. Ni los ordenadores, claro. Todavía faltaban trece años para que la televisión ofreciera su primer programa, y el país intentaba levantarse del pavoroso golpe de estado fascista que lo había sumido en una guerra fratricida. Corre el año 1943. Una nación arruinada busca el entretenimiento en la radio y en los tebeos. En ese mes de octubre, llega a los quioscos un nuevo título, llamado a hacer historia: 'El Guerrero del Antifaz'. 

 Un joven de dieciocho años llamado Manuel Gago García (7 de marzo de 1925, Valladolid - 29 de diciembre de 1980, Valencia), ha leído la novela 'Los cien caballeros de Isabel la Católica' de Rafael Pérez y Pérez, y la época le ha fascinado como escenario idóneo para un cómic. Aquejado de tuberculosis, mientras se recupera de la enfermedad en un hospital albaceteño, dibuja y da forma al héroe que vive los últimos años de la reconquista en la península ibérica de finales del XV. Tras presentar el proyecto a la Editorial Valenciana, cuna de la escuela del mismo nombre, y a pesar de las dudas de los editores, se publica el primer número de 'El Guerrero del Antifaz', al precio de 75 céntimos de peseta, y sin periodicidad fija. Esa situación de interinidad dura muy poco tiempo; la obra de Gago llegará a tener ventas de 200.000 ejemplares semanales, una cifra asombrosa para la época, absolutamente imposible hoy. 

 Ríos de tinta

 La edición se imprime en facsímiles de 24 centímetros de ancho por 17 de alto, formato paradigmático de la época, y cada cómic consta de 16 páginas en blanco y negro, construidas en dos tiras de tres viñetas cada una por regla general, más portadas. Así se llegará hasta el número 54 de la colección, titulado 'Defensa de héroes', fin de la época dorada del Guerrero. La avaricia de la editorial obligará al autor a alterar la estructura de la obra, que desde entonces constará de 10 páginas, pero de tres tiras y tres o cuatro viñetas, lo cual destrozará el detalle con que Gago dibuja. A partir de entonces, y hasta su final en 1966, en el número 668, 'El Guerrero del Antifaz' lucha no solo con enemigos alrededor de medio mundo, sino contra los plazos de entrega y el asfixiante trabajo en que su autor está inmerso, ocupado al mismo tiempo, entre otras muchas series, en 'El pequeño luchador', 'Purk el hombre de piedra', 'El hijo de las galeras' o 'El espadachín enmascarado'.



El Guerrero, sin embargo, queda marcado con tanta fuerza en el recuerdo de sus lectores, que cuando en 1972 se anuncia la reedición de la obra, esta vez a color y en formato vertical, el éxito vuelve a premiar a su autor, pese a que la nueva composición no respeta el trabajo original y la censura suaviza buena parte de su crudeza presente tanto en dibujos como en textos. Los compradores son ahora, en muchos casos, los hijos de quienes coleccionaron los cuadernillos primigenios. A su fin en 1978 y tras 343 números, las buenas ventas llevan a la Editorial Valenciana a iniciar 'Las nuevas aventuras del Guerrero del Antifaz'. El primer número, cual regalo de Reyes, se lanza el seis de enero de 1979. Dos años más tarde, el siete de febrero, sale a la venta el 110, pero Manuel Gago acaba de fallecer a la temprana edad de cincuenta y cinco años; su hijo completa el 111 y, tras breves incursiones de éste en el personaje de la máscara eterna y una nueva reedición de Planeta, se cierran sus páginas para volver a las estanterías. Hasta hoy.

 Los nuevos tiempos



11 de abril, fecha elegida para el lanzamiento del primer tomo de 'El Guerrero del Antifaz, las historias jamás contadas'. Los autores, el guionista y editor José Ramírez y el dibujante Miguel Quesada, sobrino del mismo Manuel Gago e hijo de Miguel Quesada padre, autor de obras tan arraigadas en la historia de la escuela valenciana como 'Tony y Anita' o 'Pantera Negra' y medalla de oro al Mérito a las Bellas Artes. La idea, lanzar dos volúmenes al año, respetando el formato original apaisado y sus dimensiones. Encuadernado en rústica, el primer número constará de sesenta y cuatro páginas, con una amplia introducción destinada a explicar el proyecto, y de cuarenta a partir de entonces, con un coste de doce euros, más tres entregas a grapa. Así, la idea es contar historias del Guerrero sobre cuestiones que nunca fueron aclaradas por Gago (la obra goza del apoyo de los herederos), dándole un nuevo empuje sin perder la esencia misma sobre la que se asienta buena parte de la estructura de la pequeña editora 'Universo Cómic'. Un proyecto ambicioso y arriesgado, qué duda cabe, considerando los tiempos actuales y el altísimo nivel creativo del cómic que cualquier aficionado demanda. No se puede matar a una leyenda, y ante errores graves las críticas no serán amables, más considerando que la gran mayoría de los lectores del Guerrero son hoy adultos para quienes el título no es un cómic, sino un recuerdo extraordinario, parte entrañable de sus vidas. 

 De lo poco que se ha visto hasta el momento, el aspecto del 'nuevo' Guerrero destaca sobremanera. Cambian los ropajes, no así los inconfundibles casco y antifaz. No obstante, su misión no se limitará en esta ocasión a combatir al enemigo, sino a ser punta de lanza de una agenda mucho más ambiciosa.

 El 'Gagoverso'


Y es que 'Universo Cómic' apuesta más fuerte, por la recuperación de otros personajes de Manuel Gago, intentando construir un universo coherente e incluso interrelacionado por medio de crossovers, saltos puntuales de personajes de una colección a otra, tal y como desde hace años llevan haciendo los americanos con sus superhéroes. Será el caso de 'El corsario sin rostro' (1959), ya en producción. Otros, sin embargo, serán redefinidos, como 'El misterioso X' (1950), con lápices del experimentado Manuel Benet, que retomará las aventuras del justiciero ambientadas en la Valencia actual. Y en la recámara, 'Purk el hombre de piedra' (1950) el guerrero de la prehistoria imaginada por Gago que jamás existió y que dibujará Jesús Redondo, donde hombres, dinosaurios y criaturas fantásticas luchaban por la supervivencia, ahora transportados a una especie de mundo perdido, como 'Turok' o 'Ka-zar', a fin de poderlos insertar, si procede, en otras épocas. 

 Al fin, el futuro de este envite dependerá del dictamen del lector pero, más allá de lo que ocurra, Manuel Gago seguirá siendo uno de los grandes del cómic español. Falleció demasiado pronto, pero antes, dejó como herencia, entre muchos otros, al Guerrero del Antifaz.