domingo, 13 de marzo de 2016

"PERROTERAPIA" PARA ALIVIAR EL DOLOR

Un ensayo clínico del Hospital General de Villalba (Madrid) estudia los beneficios de la terapia asistida con perros para aliviar el dolor abdominal asociado al estrés en niños



El Hospital General de Villalba está desarrollando un novedoso ensayo clínico que pretende demostrar los beneficios de la terapia asistida con perros en pacientes pediátricos que presentan síndrome de intestino irritable y dolor abdominal, patologías muy relacionadas en la infancia con situaciones de estrés en el ámbito familiar y escolar.

 «Nuestra hipótesis es que la terapia asistida con animales, en este caso con perros, puede mejorar la calidad de vida de estos pacientes reduciendo el número de episodios de dolor y/o su intensidad», explica el doctor Miguel Ángel Carro, pediatra digestivo del Hospital General de Villalba e investigador principal del proyecto. A su juicio, el proyecto «abre una vía prometedora en el manejo del dolor pediátrico». 

 Las sesiones 

 En el ensayo participan niños de entre 8 y 12 años con síndrome de intestino irritable y dolor abdominal patología, sin causa orgánica, y que, como consecuencia de la misma, tienen alteraciones en su calidad de vida, como ausencias en el colegio, problemas de rendimiento escolar, baja autoestima o ansiedad personal o familiar. El ensayo se desarrolla mediante sesiones semanales de 45 minutos a las que acuden grupos de tres o cuatro niños junto con sus padres. Una vez en la sesión, los pacientes y sus padres son atendidos, «pudiendo los especialistas identificar problemas de socialización o estrés», señala el doctor Iván Carabaño, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba. «El estrés en los niños, que tiene una clara influencia en esta patología, está frecuentemente infravalorado y suele pasar desapercibido», señala el doctor Carabaño, que destaca que los más pequeños «tienen una vivencia particular de su entorno y no siempre exteriorizan sus sentimientos, siendo frecuentes quejas somáticas como dolor abdominal, de cabeza o piernas».

 Las sesiones también ofrecen una oportunidad para que los niños se relacionen. «Además, al participar en una actividad no competitiva junto a otros niños con su mismo problema los pacientes consiguen mejorar sus relaciones sociales, sin olvidar que, como es conocido, los animales ayudan a reducir las fobias y el estrés en los niños, y que la misma ilusión de venir a interactuar con los perros funciona como un hecho distractor que también reduce el estrés», añade el doctor Carabaño. 

 Los únicos criterios de exclusión son la alergia al epitelio de perro, tener fobia a los canes o tener ya un perro en casa. Los perros proceden de una protectora, asociación Afecto Animal, y han sido especialmente adiestrados para estar con niños.

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