viernes, 15 de enero de 2016

TRIBUTO A LA "MAMÁ GRANDE"



Carmen Balcells le dijo una vez a su representada Carme Riera que no se preocupara cuando ella muriese: “Haré milagros desde el cielo”. Ayer, casi cuatro meses después de su fallecimiento, realizó uno grande: a los 40 años del desencuentro entre García Márquez y Vargas Llosa que les separó, el escritor peruano compartió sentimientos y presencia con los dos hijos del autor colombiano, Gonzalo y Rodrigo García Barcha, ante más de 700 creyentes de Balcells en el impresionante acto de recuerdo a la figura y al legado de quien fuera su agente celebrado en el Palau de la Música Catalana de Barcelona. 

 Noche intensa, que estrenó Riera repasando “los milagros en vida” de Balcells, mientras el escenario se salpicaba de fotos en blanco y negro, entre ellas unos irreconocibles, por jóvenes, Carlos Barral y Carmen Balcells, allí donde acordaron que naciera todo. 

 Apareció primero Vargas Llosa en esa pantalla en el escenario en un documental. Con imágenes inéditas del archivo de la casa intercaladas, asomaban en la grabación de una comida familiar en la casa que la agente tenía en su Santa Fe de Segarra (Lleida) natal. Era el 80º aniversario de la Mamá Grande y Vargas Llosa estaba junto a su familia porque quería que conocieran a quien hizo que pudiera ser escritor.

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