domingo, 3 de abril de 2016

EL RETROCESO DEL EUSKERA EN LA AULAS ABRE EL DEBATE SOBRE EL MODELO D

Profesores reclaman nuevas metodologías para hacer frente a los cambios socioculturales del País Vasco



Los resultados de la evaluación diagnóstica realizada en 2015 a alumnos vascos de 4º de Primaria y 2º de ESO no han sorprendido al mundo educativo, sobre todo en lo referente al euskera. El estudio revela un retroceso del conocimiento oral y escrito del euskera entre los jóvenes, un dato que choca con la extensión del modelo D (en lengua vasca con el castellano como asignatura). Algo parece fallar cuando una mayor exposición al euskera en los colegios no tiene como resultado un avance en el idioma. 

 La consejera de Educación, Cristina Uriarte, reconoció en el Parlamento Vasco que «el modelo D no garantiza la competencia lingüística de los alumnos en lengua vasca». Uriarte pronunció estas palabras durante la presentación de la evaluación diagnóstica, que pone de relieve que en un 66,7% de las aulas de Primaria donde se ha realizado la prueba ha disminuido el nivel de comunicación lingüística en euskera con respecto a 2011. Este descenso se sitúa en el 69% en el caso de los alumnos de 4º de ESO. 

 El retroceso pone en cuestión, según profesores consultados por este periódico, la validez de las metodologías implantadas hace años para extender el euskera en las aulas. «El objetivo de generalizar el modelo D ya se ha conseguido, pero llega un momento en el que una mayor exposición a un idioma no da más resultados», afirma un docente. «Durante un tiempo ha ganado la idea de que la única estrategia posible para euskaldunizar a los chavales era someterlos a un baño de euskera, pero se ha visto que eso no se consigue con más horas en clase», añade. 

Este profesor recuerda que el modelo D fue adoptado al principio «por familias motivadas para las que el euskera era una prioridad». Había una especie de tensión intelectual y militante que se ha relajado a medida que la enseñanza en lengua vasca se ha ido convirtiendo en algo normal. «Son los problemas de la normalización, de alguna manera hemos muerto de éxito». 

 Otros alumnos, otras familias 

 Aquellas familias hablaban a sus hijos en euskera fuera del colegio, pero llegaron otras que no hacen lo mismo porque no conocen el idioma o, pese a conocerlo, prefieren desenvolverse en castellano. Estas nuevas familias no son militantes en su defensa de la lengua vasca. Matriculan a sus hijos en el modelo D porque es el mayoritario y porque saben que es lo mejor para su futuro. El resultado, afirma la directora de un colegio, es que «cada vez hay más alumnos no vascohablantes en el modelo D». Y esto es algo que por fuerza tiene que quedar plasmado en la evaluación diagnóstica.

 El problema que refleja el estudio va más allá de las aulas. En 2013, el proyecto Arrue, un informe del Departamento de Educación y Soziolinguistika Klusterra confirmó que fuera de clase la lengua que predomina es el castellano. No es que fuera una gran novedad, pero el estudio reveló que el castellano iba ganando terreno a medida que los alumnos se hacían mayores, incluso dentro del aula.

 Uno de los autores de aquel estudio, que se repetirá con los datos obtenidos en la evaluación de 2015, fue Pablo Suberbiola. «Lo que hicimos nosotros fue trabajar los datos de uso, no de conocimiento, pero sí que existe una relación entre ambos», afirma. «El entorno escolar -añade- tiene sus limitaciones. Si pretendemos que todos los alumnos lleguen a unos niveles suficientes de conocimiento hay que fomentar el uso del euskera». 

 Según este análisis, la escuela por sí sola no basta para proporcionar calidad a la euskaldunización. Suberbiola recuerda que en muchas ocasiones las familias «pretenden que el sistema educativo enseñe euskera a sus hijos» y olvidan que también es su problema. «El colegio educa en la medida en que se puede pero hay que hacer una reflexión que apunta más allá del sistema educativo», afirma.

 El sistema de modelos lingüísticos se creó para hacer frente a los retos de una sociedad muy distinta a la actual y con metodologías muy diferentes «que han quedado obsoletas», asegura una profesora. «No hemos hecho caso a los cambios socioculturales que se han producido y mantenemos unos métodos poco adaptados a los nuevos tiempos», afirma otro docente.

 Tampoco se tiene en cuenta que los entornos en los que se mueven los alumnos «no son muy favorecedores para el euskera». «El idioma no está muy presente en los entornos virtuales. Antes el chaval interactuaba con la gente en la calle y podía hacerlo en euskera, pero ahora usa internet, donde la presencia del idioma es menor». 

 El sindicato ELA achacó los malos resultados de la evaluación diagnóstica a «la escasa inversión y las políticas de recortes aplicadas en Educación en los años de la crisis». La central recordó que, junto a múltiples agentes educativos, ha reivindicado un sistema de enseñanza «que tenga como base un modelo de inmersión lingüística en euskera y que impulse un alumnado euskaldun plurilingüe».

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