lunes, 29 de febrero de 2016

¿HA ESCRITO NICOLAS SARKOZY SUS LIBROS?

La Radio Televisión Suiza ha puesto en duda la autoría de sus libros tras pasar sus textos por un programa informático



El expresidente Nicolas Sarkozy regresa de nuevo al candelero. La Radio Televisión Suiza ha puesto en duda la autoría de sus libros tras pasar sus textos por un programa informático que analiza y detecta si ha intervenido en ellos algún 'negro'. Y el veredicto emitido es que en ellas se detectan «diferentes estilos y expresiones de distintas procedencias». Entre las obras analizadas, y de dudosa autoría según el programa, se encuentran las memorias 'France, pour la vie', libro del que Sarkozy ha vendido más de 100.000 ejemplares en menos de un mes.

DESMONTANDO EL MITO DE LOLITA

Lola López de Mondéjar escribe una novela en la que defiende que la niña creada por Nabokov es la víctima de un "delincuente sexual"
"La mayoría de los críticos interpretaron el libro como una historia de amor por la necesidad de justificar una fantasía sexual masculina"



Vladimir Nabokov quedó disgustado con la acogida de 'Lolita'. Muchos la tomaron por una novela de amor, cuando en realidad es la historia de la obsesión de un cuarentón pedófilo por una niña de doce años. La escritora Lola López Mondéjar también erró. Y eso que su oficio de psicoanalista la prevenía contra equívocos. Solo cuando la leyó por segunda vez se percató de que la obra de Nabokov encerraba un gran malentendido, porque la novela era, ante todo, la "narración de un abuso". 

 López Mondéjar rinde un homenaje a Vladimir Nabokov, quien escribió una obra maestra a partir de un personaje literariamente perfecto, como es Humbert Humbert. Al cabo de los años la autora ajusta cuentas en su novela 'Cada noche, cada noche' (Siruela) con este personaje, un "delincuente sexual" que somete a una cría a abusos y violaciones. "Salvo algunos escritores como Martin Amis y Juan Villoro, que ven en 'Lolita' una historia de violación y secuestro, la mayoría de los críticos la interpretaron como una historia de amor, movidos por la necesidad de justificar una fantasía sexual masculina". 

 La novela de Nabokov cuenta la historia de Dolores Schiller, una mujer que parece un cáncer incurable y antes de acudir al suicidio asistido revela su mayor secreto. A la luz de los diarios de su madre, que murió al dar a luz a su hija, Schiller saca como conclusión que su madre no es otra que la Lolita de Nabokov. Para confirmarlo viaja a Suiza para entrevistarse con Humbert Humbert. López Mondéjar atribuye la hegemonía de esa lectura sesgada a que "sigue siendo muy reconfortante para los hombres".

EL ESCRITOR DE LOS NARCOTRAFICANTES

Andrés López, militó en el cartel de Cali, ahora es guionista y ha publicado su cuarta ‘narconovela’, esta vez sobre El Chapo Guzmán


Cuando Andrés López López (Cali, 1971) comenzó a frecuentar los laboratorios de droga del cartel de Cali —antítesis de Pablo Escobar—, apenas tenía 15 años. Nunca había pasado hambre. Su familia, de clase media, cubría todas las necesidades de un adolescente. Pero la rebeldía y la fama de mágicos —llamados así “porque eran capaces de fabricar fortunas en un abrir y cerrar de ojos”— que tenían los narcotraficantes colombianos en los ochenta lo llevaron por esa senda. No sería hasta 15 años después que pondría fin a la aventura. Tras ser uno de los líderes más importantes del cartel del Norte del Valle, creado en 1993, se entregó en 2001 a la justicia estadounidense. Hoy vive en Miami y es padre de dos hijos, a los que intenta controlar para que no se desvíen. Él no se escondió. El pasado enero sacó su cuarto libro sobre narcotráfico. Esta vez El Chapo Guzmán es el protagonista.

Este exnarcotraficante, que cumplió 20 meses en una prisión de EE UU gracias a su colaboración con las autoridades (le correspondían 11 años por orden judicial), recuerda con amargura y en tercera persona el pasado. “La cárcel para Andrés López era necesaria. Fue una etapa de mi vida muy dura. Encerrado 24 horas en una celda comprendes que han acabado por completo con tu orgullo y te han humillado de todas las maneras que se pueden humillar a un ser humano. Saber que estás ahí a las puertas del infierno precisamente porque eso es lo que has construido en tu pasado te hace reflexionar”, dice López. “Las cárceles de EE UU no son como las latinoamericanas”, apunta.


El que fuera conocido como Florecita en el mundo del narcotráfico de los ochenta y noventa confiesa que en su casa le faltó mano dura y que la inmadurez y el éxito popular de ser narco en la Colombia de aquella época hicieron el resto. El cartel del Norte del Valle, cuyo centro de operaciones se localizó en el Valle del Cauca (suroeste de Colombia), surgió de la escisión del cartel de Cali después de la muerte de Pablo Escobar. Pero antes de que la justicia cayera sobre Florecita, él se acercó a la justicia. Como una suerte de penitencia y habiendo visto reducida su condena por colaboración, se decidió a escribir El cartel de los sapos durante su estancia en prisión. En él desvela los entresijos de la organización criminal en la que participó, una de las más relevantes de los noventa. Ese sería el comienzo en el mundo de la literatura.

“Misión cumplida: lo tenemos”, se podía leer el pasado 8 de enero en el twitter del presidente mexicano Enrique Peña Nieto. El Chapo había sido capturado en Los Mochis (Sinaloa), por tercera vez, tras su cinematográfica huida en julio de 2015 a través de un túnel bajo su celda. El libro Joaquín El Chapo Guzmán: El varón de la droga (Aguilar, 2016) veía la luz en EE UU. “El universo conspiró a mi favor”, asegura el escritor colombiano sobre la coincidencia.

 López, que comenzó a escribir la “biografía” del capo en 2012, tras el éxito de su primera novela y la posterior El señor de los cielos, ha tenido que enfrentarse con el propio Guzmán y sus abogados. “Me di a la tarea de buscarlo para tener su punto de vista. Logré llegar a uno de sus hombres de confianza, pero sus palabras fueron una sentencia: ‘Si usted saca ese libro, usted es un hombre muerto”, cuenta por teléfono desde Miami. “Tenía dos opciones: esconderme y olvidarlo o continuar con todas las consecuencias. El miedo actuó como motor y seguí para delante”, añade el escritor. 

 Exigencias de El Chapo 

 En 2014, volvería a tener que hablar con emisarios de El Chapo, tras entrar este en prisión. “Empezó a buscarme por llamadas, WhatsApp, Instagram, Twitter, Facebook… de todas las formas que te puedas imaginar”, dice López. Se reunió en Miami con un abogado del capo, que aseguró llamarse Óscar, y se negó a escribir por encargo la biografía de Guzmán. “Además, tenía el impedimento legal de tener un trato comercial con él por ser ciudadano estadounidense”, apostilla, haciendo referencia a la llamada Lista Clinton contra narcotraficantes. 

 En un intento por mostrar el lado humano de la actividad delictiva de El Chapo, más allá de “informes de la Procuraduría o artículos periodísticos”, López rebuscó entre los más allegados al capo. Agentes de la DEA (agencia antidrogas de EE UU por sus siglas en inglés), familiares del narcotraficante y policías implicados en las dos primeras capturas del capo le dieron los cimientos que necesitaba. El protagonismo de la biografía novelada es compartido. Al narco se le une Jessica —“un seudónimo para salvaguardar su identidad”—, una agente de la DEA que Guzmán conoció cuando eran niños. “Me pareció bastante atractivo contar esta historia desde la óptica de los dos lados: dos personajes que desde la infancia tomaron rumbos distintos en su vida”, reconoce.

LA VIDA DEL CHE GUEVARA A GOLPE DE VIÑETA

Sale a la venta la novela gráfica basada en la biografía de Guevara escrita por Jon Lee Anderson e ilustrada por José Hernández, que reconstruye la historia del guerrillero



Ernesto Guevara zarpó del puerto mexicano de Tuxpan, rumbo a la Historia, en medio de un mar embravecido y oscuro, como el océano de tinta vertido en la infinidad de escritos que narran su odisea vital, lo beatifican y lo denuestan. Los hechos del icónico revolucionario argentino son mundialmente conocidos. Pero nunca será lo mismo conocerlos que estar ahí y verlos; observar de cerca a Guevara en Sierra Maestra en el instante en que un disparo le atraviesa el cuello, respirar en Buenos Aires la angustia de su madre por no tener noticias de su hijo o escudriñar el rostro del guerrillero al ser nombrado por primera vez “comandante Che”. Crear esa sensación de ser testigo directo de los acontecimientos es lo que persigue la novela gráfica Che. Una vida revolucionaria, del periodista estadounidense Jon Lee Anderson y el dibujante mexicano José Hernández.

Publicada por la editorial Sexto Piso, la obra, cuya primera parte sale a la venta el lunes, es una trilogía basada en la biografía de Anderson sobre el guerrillero, que vio la luz en 1997. Este reportero es una de las personas que mejor conocen al Che. Ha tenido acceso a sus diarios personales y ha entrevistado a sus familiares. Fue quien sonsacó al ejecutor de Guevara la ubicación de los restos del guerrillero, hasta entonces desconocida. “Siempre hay cosas por desentrañar de la vida de alguien”, comenta Anderson por correo electrónico, “pero la esencia del Che está ahí”, en la novela gráfica. 

 El primer volumen que llegará a las librerías será en realidad la segunda parte de la trilogía, y se titula Los años de Cuba. Los autores decidieron empezar por ahí por la importancia que este periodo tuvo en la historia del Che. Los otros dos tomos, aún sin terminar, abordarán el viaje de un joven Guevara por Centroamérica y su viaje final a Bolivia. Los autores prevén culminar la trilogía en 2017, cuando se cumplen 50 años de la muerte del Che.

“La idea no era hacer meramente una biografía ilustrada, sino adaptar la gran historia de Anderson, para contar un relato más íntimo, más personal de Ernesto Guevara, más allá de fechas y de los hechos históricos”, comenta Hernández. A través de innumerables trazos y colores este ilustrador plasma, con pulso realista, figuras, fondos y contornos; y también muestra que es posible dibujar el zumbido de una bala, el olor de un habano humeante o el sentimiento que barrunta un ser humano cuando la muerte le toca el hombro.


El hecho de que los principales protagonistas sean, en su mayoría, personajes históricos e icónicos del siglo XX —como es el caso no sólo del propio Che, sino de Fidel Castro, Nikita Kruschev o Richard Nixon—, “presenta el reto de recrear sus encuentros, pláticas y momentos en que se desenvolvieron, de la forma más verosímil, sin caer en panfletos, lugares comunes o clases de historia”, explica Hernández. 

 Ambos autores creen que este formato puede ser atractivo para nuevas audiencias, especialmente para los jóvenes de hoy, a pesar de que el contexto en el que viven dista de las circunstancias en las que se forjó el Che. A algunos relatos no les afecta el tiempo, y el tiempo no altera algunos destinos. Eso cree Anderson, que piensa que el sino de Guevara hoy no sería muy diferente al de ayer: “En un mundo convulso e injusto, donde hay un Trump como candidato a la presidencia en Estados Unidos, pero también un subcomandante Marcos que aún vive una vida de resistencia en la selva de Chiapas —en un país tan desigual, corrompido y violento como México— el Che, si renaciera hoy, volvería a ser el Che”.

JUZGAR UN LIBRO POR LA MORAL DE SU AUTOR ES EMPOBRECEDOR

Patricio Pron: “Juzgar una obra por la moral de su autor es empobrecedor”

 El argentino aborda la relación entre literatura y política en su nueva novela, ambientada en un congreso de escritores fascistas



Para no perder la costumbre, el escritor Patricio Pron ha publicado su nueva novela con otro largo título, No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles (Penguin Random House), a riesgo de que, como le cuentan sus amigos libreros, haya quien pregunte por obras ignotas, como No derrames tus lágrimas en la lluvia en los comienzos de la primavera, bromea. “Lo de averiguar el nombre es un juego para los lectores”, dice el autor argentino (Rosario, 1975). Tiene mucho de juego esta novela sobre un ficticio congreso de escritores e intelectuales fascistas que se celebra en Pinerolo, al suroeste de Turín, en abril de 1945, en los estertores de la II Guerra Mundial. “Entre los entretenimientos del libro, está la incertidumbre entre lo real y lo no real, porque cuento hechos ficticios y otros que no lo son, y parte de los personajes fueron reales y otros no”. 

 Pron cree que el debate sobre si en las novelas hay que dejar claro que lo que se narra es historia o historiado “es algo muy español, fuera de aquí no tiene tanta importancia”. El escritor de los relatos La vida interior de las plantas de interior (2013) vivió tres semanas en la zona de su inventado congreso, “lo que hizo que la novela fuera distinta, me influyó”. Aunque esa labor de documentación no siempre fuera fructífera: “Me gasté un dinero considerable en libros para saber qué se comía en aquella época de carestía en el norte de Italia… pero luego nadie come en mi novela”. 

 Con No derrames tus lágrimas… le interesaba a Pron abordar “la relación entre política y literatura y entender a escritores interesantes pero cuyas decisiones políticas están en las antípodas de las mías”. Para ello sitúa a sus personajes –italianos, alemanes, españoles…– en una esperpéntica asamblea que acaba tras su primera jornada por una misteriosa muerte. 30 años después de esos hechos, un joven perteneciente al grupo terrorista de las Brigadas Rojas los investiga. Ese hombre tuvo un padre partisano y tendrá un hijo okupa, lo que le permite a Pron reflexionar sobre “la violencia política y su legitimidad o carencia de ella… y de la transformación del arte en política y de la política en crimen a lo largo del siglo XX”. Más allá de ese pensamiento, le movió “la necesidad de advertir que hay que volver la vista sobre el pasado reciente para no repetirlo”.


En ese disparatado congreso tienen el protagonismo los futuristas. “Fue la primera vanguardia y su influencia se proyecta hasta hoy. Es el movimiento que estuvo más cerca de integrar arte y vida. Los futuristas y los fascistas se abrazaron porque eran pretendidamente revolucionarios y se oponían al pasado. Los futuristas eran, sin duda, increíblemente divertidos”, afirma.

domingo, 28 de febrero de 2016

LA RAE PIDE AL ESTADO UN GESTO TRASCENDENTE PARA EL AÑO CERVANTES

El director de la Academia, Darío Villanueva critica la estrategia del cuarto centenario



Pese a la reciente —y tardía— presentación del año Cervantes el pasado 9 de febrero, no parece que los fastos con centenares de acciones en cartera convenzan a todos los implicados. Una de las instituciones clave en la celebración del cuarto centenario de su muerte, la Real Academia Española (RAE), sigue claramente insatisfecha con la acción coordinada desde el Gobierno en funciones. Su director, Darío Villanueva, volvió a alertar y meter presión a los responsables de la conmemoración y para eso comparó lo que los británicos tienen previsto respecto a William Shakespeare: “Los ingleses pueden sacar los colores a todos los españoles”, aseguró Villanueva.


Lo lanzó durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press. Cree que la coincidencia puede ser fatal: “Mala suerte”, dijo. Más cuando en las acciones que se han presentado en torno al prolífico Shakespeare Lives, con presencia en 140 países, demuestran, según explicó Villanueva a EL PAÍS horas después, “ejes ambiciosos y coherentes que no apreciamos en lo referente a Cervantes”.

Una de las críticas se centra en la clara implicación por parte de las altas esferas del Estado en el caso británico. Cuando David Cameron sorprendió con un discurso y un artículo distribuido en todo el mundo acerca del autor de Hamlet, muchos se preguntaron qué hacía el Gobierno español. Cuando en el Ministerio de Cultura se planteó esa comparación, adujeron que en plena etapa de vacío de poder, Mariano Rajoy no estaba en posición de sacar rentabilidad al hecho. Pero otra cuestión pendía en el aire: ¿por qué, sabiendo que todo coincidiría con la formación de un nuevo Gobierno, no se le ofreció protagonismo al rey?


Desde la secretaría de Estado de Cultura, que dirige José María Lassalle, se adujo que resultaba complicado cuadrar agendas a ese nivel. Pero, según algunas fuentes, la preocupación en Casa Real con este asunto es creciente.


Respecto a la reacción de la comisión del centenario por las críticas vertidas acerca de la lentitud manifiesta en presentar programas, lo aportado hasta ahora, sigue sin satisfacer a las partes implicadas. “Se ha presentado finalmente un programa de actividades para este año en donde se contemplan muchas intervenciones puntuales procedentes de iniciativas diversas. Eso está muy bien, pero también merece que España, a través de su representación institucional máxima haga algún gesto trascendente y públicamente vistoso de lo que representa su figura”, añadió Darío Villanueva.

 El director de la RAE subrayó a este periódico que le “consta” que la Casa Real está “muy al tanto” de este asunto, si bien espera una mayor implicación de otras autoridades. “El Rey es el jefe del Estado y todo lo que venga de él nos representa a todos, pero el Estado no sólo es su jefe, sino que se trata de una organización muy poderosa”, apuntó.

UN NIÑO ASOMBRA A ITALIA CON UNA NUEVA PALABRA: "PETALOSO"

La Academia de la Lengua felicita al pequeño Matteo, de ocho años, que inventó el término.




Más allá de la historia, la cultura, la belleza, Roma, Pompeya, Sophia Loren o un atardecer sobre la costa de Sorrento, Italia es una emoción contenida en las pequeñas cosas, el corazón que dibuja el camarero sobre el capuchino, los “isocarro” llenos de flores bajo la ropa tendida del Trastevere o ese idioma tan bello y exagerado que al traducirlo pierde la magia: “Sei bella da morire”. A esa categoría de las emociones pertenece también la aventura del pequeño Matteo y su palabra inventada: petaloso (flor llena de pétalos).

La historia comienza hace tres semanas en una clase de lengua de tercera elemental –chavales de ocho años, el equivalente a tercero de primaria en el sistema español—del colegio Marchesi de Copparo, un municipio de unos 16.000 habitantes en la provincia de Ferrara, en el norte de Italia. Ese día toca hablar de los adjetivos. Y el pequeño Matteo aplica a una flor –que en italiano es masculino, “ fiore”— el adjetivo “petaloso” para explicar que está llena de pétalos. La palabra no existe en italiano y por tanto la maestra, que por cierto se llama Margherita, señala la respuesta como fallida. Pero no se queda ahí. “Cuando corregí el examen”, explica Margherita Aurora al Corriere della Sera, “marqué 'petaloso' como un error, pero añadí un círculo rojo para señalar que se trataba de un bello error. La palabra me gustaba, y por eso se me ocurrió preguntar la opinión de la Crusca [la Accademia della Crusca, el instituto nacional para la salvaguarda del italiano]”.


La maestra Margherita no toma la iniciativa en solitario, sino que recuerda a sus alumnos para qué sirve la academia de la lengua y le pide a Matteo que sea él mismo quien se dirija a la Crusca para solicitar la entrada de su palabra inventada en el bello jardín del italiano. La historia, una pequeña historia de un pequeño pueblo del norte de Italia, se hubiese marchitado ahí si no fuese porque el martes el cartero deja una carta en el colegio Marchesi dirigida a Matteo. El membrete, nada más y nada menos, era de la “Accademia della Crusca, vía di Castello, 46. Firenze”.



Con una emoción y una algarabía fáciles de imaginar, la profesora abre la carta delante de sus alumnos y lee el texto firmado por Maria Cristina Torchia, consejera lingüista de la Crusca: “Querido Matteo. La palabra que has inventado es una palabra bien formada y podría ser usada en italiano, como son usadas otras palabras formadas de la misma manera. Tú has puesto juntas pétalo+oso=lleno de pétalos, con muchos pétalos”. La representante de la academia pone incluso algunos ejemplos, como “pelo+oso= peloso, lleno de pelos o con muchos pelos”. La carta concluye explicando al pequeño Matteo que, para que una palabra nueva pueda entrar en el vocabulario, “no es suficiente con que sea conocida y usada solo por quien la ha inventado, sino que la usen muchas personas y que muchas personas la entienda”. Y, lo más curioso y tal vez lo más emocionante, la academia de la lengua italiana da un consejo a Matteo: “Si logras difundir tu palabra entre muchas personas y muchas personas en Italia comienzan a decir y a escribir 'com’e petaloso questo fiore!' o, como tu sugieres, 'le margherite sono fiori petalosi', entonces 'petaloso' se convertirá en una palabra más del italiano”.


Dicho y hecho. A través de su cuenta de Twitter, la profesora Margherita Aurora envía el martes un mensaje en el que cuenta la historia y su satisfacción por la imaginación de Matteo y por la respuesta de la academia: “Para mí vale como mil lecciones de italiano”. El resto lo hacen las redes sociales. Hasta el jefe del Gobierno, Matteo Renzi, se congratula en Twitter de la inventiva de su tocayo: “Gracias al pequeño Matteo, gracias a la @AccademiaCrusca Una historia bella, una palabra nueva #petaloso”.

LA MENTIRA ES UNA HERRAMIENTA MÁS A NUESTRA DISPOSICIÓN

José A. Pérez Ledo (Escritor): «La mentira es una herramienta más a nuestra disposición»

El guionista, columnista, bloguero y director de televisión debuta en la novela con el retrato de un treintañero al borde de la madurez



Guionista de televisión en 'El Hormiguero' o 'El club de la comedia', colaborador de radio, escritor de artículos satíricos en diversas publicaciones, director de programas como 'Órbita Laika' o 'Escépticos' y autor del blog Mimesacojea, José A. Pérez Ledo debuta en la novela con 'Ésta no es una historia de amor' (Ed. Planeta). A través de las peripecias emocionales del treintañero Dani, la novela dibuja un retrato generacional marcado por la sensación de vértigo y la ausencia de referencias firmes.

 - «Te vas a reír», asegura a quienes le preguntan por su libro. ¿Lo dice por rebajar las expectativas, por esconderse o por aprovechar su faceta más conocida? Porque es obvio que es algo más que una novela de humor...

 - Sí, es un poco de marketing porque lo digo en ciertos contextos. Cuando la gente me pregunta en redes sociales, creo que lo más vendible si me conocen a mí es decirles que se van a reír. Pero es obvio que la novela es algo más que de risa. De hecho, es de lo que menos es, aunque está escrita para que todo el mundo se ría.

BOLONIA PREMIA LOS LIBROS DE POLÍTICA PARA NIÑOS DE MEDIA VACA

La editorial española logra un 'Oscar' de no ficción de la feria de literatura infantil y juvenil



La editorial valenciana Media Vaca ha logrado el primer premio, en la categoría de no ficción, de la feria internacional de literatura infantil y juvenil de Bolonia, la más importante del mundo en su especialidad. La distinción, equivalente a un premio Oscar en el ámbito cinematográfico, ha recaído en la colección Libros para mañana.

 "Es la cuarta vez que Media Vaca recibe un primer premio en la Feria de Bolonia. Antes lo obtuvieron El señor Korbes y otros cuentos de Grimm (Premio Ficción 2002), Una temporada en Calcuta (Premio No Ficción 2002) y Robinson Crusoe (Premio Ficción 2009). Aunque no es muy habitual, no es la primera vez que se premia a una colección en lugar de a un título concreto", apunta una nota de la pequeña editorial que ha logrado abrirse un espacio gracias a la calidad de sus ilustraciones y a la esmerada elección de los textos, no siempre destinados especifícamente a los niños y a los jóvenes.

 "Los Libros para mañana son libros de política para niños. Los publicó originalmente La Gaya Ciencia en 1977-1978. La edición de Media Vaca conserva los textos del Equipo Plantel, escritos hace cuarenta años (y que sorprendentemente —y tristemente— podemos considerar vigentes), aportando nuevas ilustraciones", agrega la nota. Los cuatro títulos publicados son Cómo puede ser la democracia (ilustrado por Marta Pina), Así es la dictadura (ilustrado por Mikel Casal), Hay clases sociales (ilustrado por Joan Negrescolor) y Las mujeres y los hombres (ilustrado por Luci Gutiérrez). El Equipo Plantel, que escribió los textos y a quien se debe la idea de la colección, está formado por los autores Adriana D’Atri, Miguel García Sánchez y Curra Orozco.

CELA EN TODA SU DIMENSIÓN LITERARIA

El centenario del escritor abordará un universo donde caben sus múltiples facetas


Más allá de los circos mediáticos a los que se vio sometido y donde entró en sus últimos años, Camilo José Cela (Iria Flavia, A Coruña, 1916-Madrid, 2002) es el autor de La colmena y La familia de Pascual Duarte. Por encima de sus batallas con escritores más jóvenes o sus boutades contra quien se pusiera a tiro, sobrevive el impulsor de Papeles de Son Armadans, aquella revista en la que en pleno franquismo tuvo cabida todo el exilio y cada una de las lenguas de la península. Sin que las ramas de su tendencia al numerito y al mamporro dejen ver su permanentemente arriesgado bosque, plagado de reto a las formas y los modelos de creación literaria, Cela, el gran Cela, pervive todavía en sus mejores libros.


Así lo quisieron dejar ayer claro tanto su hermano Jorge como su hijo Camilo José en la presentación de lo que será el año de su centenario. Coincide en conmemoraciones con otros dos grandes autores hispánicos, Cervantes y Rubén Darío, pero a cada uno lo suyo. La prioridad en el caso del autor de San Camilo 1936 será la siguiente: “La literatura, tan solo esa palabra, es la que nos debe llevar a celebrarlo”, en palabras de Jorge Cela Trulock. “Rescatar y reverdecer al escritor”, insistía su hijo, consciente de todo el moho con el que se le ha cubierto durante una ya demasiado larga temporada. Pero esta figura capital en la literatura española, complejo trasunto de creador total, que dejaba entrever soplos de Falstaff shakespeariano en connivencia con Nietzsche, cierto espíritu reencarnado del tronco de Quevedo, ramalazos de indomable y madera de trascendencia letraherida, cuenta con palpables ventajas para afrontar su necesaria reivindicación, más allá de que en vida consiguiera el trofeo del Nobel.

sábado, 27 de febrero de 2016

UN FUNERAL LAICO Y MULTITUDINARIO DESPIDE A UMBERTO ECO

Cientos de personas dijeron adiós este martes en Milán al escritor, filósofo y semiólogo



Cientos de personas despidieron este martes en Milán al escritor, filósofo y semiólogo italiano Umberto Eco, fallecido el pasado viernes. Fue un acto breve, a petición de la familia, al que no todos pudieron entrar. Hubo decenas de personas que esperaron en fila durante horas pero que tuvieron que quedarse fuera por falta de espacio. Había sitio para ochocientas personas, pero más de mil quisieron acudir a dar su último adiós. Tuvieron que conformarse con participar en el gran aplauso que recibió el féretro a su llegada.

 El funeral fue en el Castillo Sforzesco, una construcción del siglo XV que el escritor amaba. La ceremonia fue laica, como él hubiese querido. Los deseos de Umberco Eco eran "coherentes con su vida profundamente laica", había explicado el editor Mario Andreose tras dar el pésame a la familia.



Como homenaje, estaba su toga de la Universidad de Bolonia, donde el semiólogo fue catedrático de Filosofía y en la que puso en marcha la Escuela Superior de Estudios Humanísticos, conocida como la Superescuela, porque su objetivo es difundir la cultura entre licenciados con un alto nivel de conocimientos. El rector de esta universidad, Francesco Ubertini, anunció que la apertura del nuevo año académico estará dedicada a la memoria de Eco, cuya sabiduría transmitirán "con orgullo".


Catedráticos, escritores, editores y músicos, además de amigos, familiares y personas que apreciaban al autor de El nombre de la rosa o El péndulo de Foucault recordaron a Eco como un "maestro" y lamentaron lo mucho que añorarán su "enorme cultura" y su "gran sabiduría". El actor Roberto Benigni afirmó que "personas como él son necesarias en la Tierra, no en el cielo". 

 Autoridades políticas también acudieron a despedir a uno de los escritores con mayor reconocimiento internacional. El ministro de Cultura, Dario Franceschini, admiró cómo Eco "tenía una biblioteca dentro de sí mismo", mientras que la titular de Educación, Stefania Giannini, sentenció que el mundo ha "perdido un maestro, pero no ha perdido sus lecciones". También fue rememorado como un maestro por el alcalde de Milán, Giuliano Pisapia, que recordó a Eco como "un maestro de vida".


El momento más emotivo fue cuando habló su nieto de quince años, Emmanuele, a quien Eco le había dedicado una carta llamada "Querido nieto, estudia de memoria", publicada en el periódico italiano "L'Espresso" en 2014. "Haberte tenido como abuelo me ha llenado de orgullo. Gracias, abuelo", dijo el joven.

LA LITERATURA PARA NIÑOS Y JÓVENES ES ALGO MUY SERIO

Le han condecorado la Orden de Alfonso X El Sabio por la creación de las colecciones infantiles y juveniles de Alfaguara y de Siruela


¿Cómo hacer que los chicos quieran leer?
Fascinándolos. Ofreciéndoles, gusto, placer por la lectura. Un libro que me aburra, que contenga moralina, no sirve, ¡los niños no se merecen eso! La literatura para niños y jóvenes es algo muy serio y muy difícil de escribir, porque tiene diferentes niveles de comprensión. Cuando los leemos los adultos con ellos vemos que en la buena literatura infantil hay otro nivel más profundo. 

 ¿Y cómo se adquiere esa fascinación? Haciéndolos participar. Se dice que los padres han de estar con los hijos, pero no se habla de la calidad de ese tiempo. Hay que estar leyendo a su lado desde que son muy pequeños: ellos querrán compartir también el hábito de leer. El niño que tenga esa experiencia desde pequeño cuando sea grande tendrá el reto de leer por sí mismo. ¡Estará orgulloso cuando sepa leer una página! 

 ¿Cuándo hay que empezar? En la primera infancia. A partir de entonces ya empieza a competir el libro con el iPad, con las nuevas tecnologías; el niño que nunca ha tenido el privilegio de compartir lectura lo tendrá más difícil. Octavio Paz decía, antes de Internet, que la sociedad se dividiría en dos: una leería, la de los ciudadanos responsables; y la otra sería una masa que se dejaría manipular. Esta es la que les gusta a los políticos. Por eso es tan importante fomentar la lectura en los niños. 

 ¿Qué razones hay para que en España la lectura se asocie al fracaso?
En la dictadura no les gustaba que la gente fuera culta. Y no había tradición de libros para niños, al contrario de lo que sucede en los países anglosajones, en los nórdicos o en Alemania. Quizá en esos países debíamos entretener las horas oscuras. Lo cierto es que en los países del sur se lee menos. Pero las cosas están para cambiarlas. Jaime Salinas, con quien hice la colección de Alfaguara, creció en Estados Unidos, sabía lo que significaba la literatura infantil, empezó a editarla, y vimos que la sociedad española quería esos cambios. Los padres, que no habían tenido libros de niños, vieron con buenos ojos que sus hijos los tuvieran. Fue un momento muy creativo, formidable para la sociedad de los años 80. Y lo mismo pasó luego con Jacobo Siruela, cuando hice con él la colección de Siruela.

 ¿Qué interés tenía la dictadura en que la gente fuera inculta? 
La gente culta es difícil de manejar porque piensa, no está de acuerdo, y eso es peligroso para cualquier dictadura. Por eso en todos los países de regímenes dictatoriales la lectura es tan deficitaria… En una época globalizada como ésta lo que tenemos que globalizar son las cabezas de los niños desde pequeños, ¡y globalizar los corazones! ¡Que sientan empatía con lo que se les cuenta de África, de América Latina, del mundo! El libro es ideal para familiarizarse con el pasado. Las bibliotecas son imprescindibles para el bienestar de la democracia.


Puede ser sintomático que colecciones así las hayan impulsado un español anglosajón como Salinas y una alemana española como usted… 
Jaime tenía su propia experiencia. Yo vivía en España y tenía un hija de cinco o seis años; comprobé que no había oferta para que ella leyera y ofrecí títulos a editores. Cuando Jaime le comentó a Josep Maria Castellet mis intenciones, éste le dijo: “¡Ahí está esa alemana que siempre nos da la lata con los libros infantiles! ¡A ver si ustedes se entienden!” ¡Y con Jaime (como luego con Siruela y con Ofelia Grandes, que es ahora la directora de la editorial) me entendí estupendamente!

UN ESCRITOR NO SE RETIRA HASTA QUE NO PUEDE SOSTENER EL BOLÍGRAFO

Encuentro en San Francisco con el poeta y editor de la generación 'beat', de 96 años



Ante la imposibilidad de resumir justamente en un par de líneas los 96 años de la intensa vida de Lawrence Ferlinghetti, lo mejor será recurrir a Bob Dylan, que lo definió así en su añorado programa de radio: “Poeta de sobrada fama e hijo predilecto de San Francisco, fundó la librería y editorial City Lights. Su decisión de publicar Aullido, de Allen Ginsberg, le valió en 1956 un juicio por obscenidad pública. Fue un hombre valiente y un poeta valiente”. 

 Con los achaques propios de esa leyenda, Ferlinghetti (Nueva York, 1919) baja a abrir la puerta de una calle en cuesta desde el segundo piso en el que vive solo con la “supervisión” de su hijo Lorenzo. Es un hombre alto todavía. El apartamento, en el que vive desde la muerte de su mujer en 1976, está en una casa georgiana cualquiera de North Beach, barrio italiano donde, como popular poeta, editor y librero independiente y adalid de la libertad de expresión, contribuyó al nacimiento de la generación beat de Kerouac, Ginsberg, Corso, Snyder y el resto, aquel movimiento literario que sacudió los cimientos de las sociedades occidentales en los cincuenta y fijó el big bang de la contracultura. 

 Una vez arriba, se disculpa por no tener las habitaciones llenas de libros. Si necesita uno, anda “10 manzanas” hasta City Lights ­—hoy epicentro de esa ruta beatnik que es una de las grandes atracciones turísticas de la ciudad— y lo pide. Un póster de Maiakovski señala el camino hacia la cocina donde se celebrará la entrevista con la única interrupción del sonido distante de las gaviotas del puerto.


Los estores permenecerán entornados; un glaucoma nubla desde hace algún tiempo su vista de pintor abstracto y primer poeta laureado de San Francisco, ciudad a la que llegó en 1953 para quedarse. Paradójicamente, el hombre que contribuyó a concebir la poesía como espacio público ya no se maneja bien en los eventos multitudinarios. Sobre la mesa aguarda un ejemplar de Writing Across the Landscape: Travel Journals 1960-2013, sus diarios de viaje recién editados. Lo abre por la parte correspondiente a sus correrías españolas: “Fui a Nerja a aprender español en 1962. Era un pueblo de pescadores de calles sucias y sin hoteles. Los poetas tenían miedo de hablar abiertamente”.

MUERE EDUARDO CHIRINOS, POETA REFERENTE DE SU GENERACIÓN

El creador peruano fue además crítico, profesor, editor y ensayista



Comencé a leer a Eduardo Chirinos (Lima, 1960-Missoula, 2016) 20 años antes de la publicación de su primer libro de poemas, porque nuestras madres fueron compañeras de colegio y nuestros padres compañeros de estudios. Crecimos compartiendo cumpleaños, casas, veraneos, juguetes, canciones (de los Beatles), lecturas, estudios, viajes y trabajos, y así me fui preparando para ser su lector incondicional. Quizá no soy el más indicado para hablar sobre el lugar de sus versos en la historia de la poesía en español, mas pienso que sí puedo decir que a lo largo de su vida Eduardo disfrutó del cariño y la admiración de un número incalculable de personas, pues además de poeta era crítico, profesor universitario, cronista y editor.

 Eduardo Chirinos fue uno de los poetas latinoamericanos más celebrados de su generación, como lo demuestran las antologías, reediciones y homenajes que le dedicaron por España, Colombia, México, Ecuador, Estados Unidos y —por supuesto— el Perú, donde con sus tres primeros poemarios ganó los premios más prestigiosos que entonces existían. A saber, los Juegos Florales de la Universidad Católica con Cuadernos de Horacio Morell (1981), el premio de la municipalidad de Lima con Crónicas de un ocioso (1983) y el Copé de Poesía con Archivo de huellas digitales (1985).

 A comienzos de los noventa Eduardo Chirinos se trasladó a Estados Unidos, donde obtuvo un doctorado en Literatura Latinoamericana en la Rutgers University y acreditó su valía académica publicando estudios críticos como El techo de la ballena (1991), Infame turba (1992) y La morada del silencio (1998). Para entonces habían salido ya los libros de poemas Sermón sobre la muerte (1986), Rituales del conocimiento y del sueño (1987), El libro de los encuentros (1988), Canciones del herrero del arca (1989), Recuerda, cuerpo (1991) y El equilibrista de Bayard Street (1998), títulos que fueron la base de la primera antología de Eduardo Chirinos publicada en España bajo el título Naufragio de los días (1999), que el poeta Vicente Tortajada preparó para la editorial sevillana Renacimiento.

 La poesía de Eduardo Chirinos fue muy bien recibida en España y así fueron apareciendo nuevos títulos suyos en prestigiosas colecciones como Visor, Pre-Textos y la misma Renacimiento. Me refiero a libros como Abecedario del agua (2000), Breve historia de la música (premio Casa de América, 2001), Escrito en Missoula (2003), No tengo ruiseñores en el dedo (2006), Coloquio de los animales (2008), Humo de incendios lejanos (2009) y Mientras el lobo está (premio de Poesía Generación del 27, 2010). Por aquellos años Eduardo Chirinos antologó por primera vez en España al poeta José Watanabe, cuyo Elogio del refrenamiento (2003) apareció en Renacimiento y supuso un acontecimiento extraordinario.

Durante los últimos seis años Eduardo Chirinos libró una durísima batalla contra el cáncer, aunque el poeta dialogó con la enfermedad y sus estragos a través de libros como Anuario mínimo 1960-2010 (2012), 35 lecciones de biología (y tres crónicas didácticas) (2013), Fragmentos para incendiar la quimera (2014), Medicinas para quebrantamientos del halcón (2014) y Siete días para la eternidad (2015). Eduardo Chirinos no solo continuó escribiendo poesía hasta el final, sino que siguió impartiendo sus clases en la Universidad de Montana e incluso puliendo exquisitas investigaciones, como su Rosa polipétala. Artefactos modernos en la poesía española de vanguardia (1918-1931), reeditada en 2015 por el Centro de Estudios del 27 de Málaga.

 Casado con Jannine Montauban —filóloga especialista en Siglo de Oro—, Eduardo Chirinos nos ha dejado como entrevió en uno de sus últimos poemas: leo y escribo para huir del humo, para huir / de mí. Leo y escribo hasta que llega la noche. / La noche viene de Asia y no hace preguntas.

¿POR QUÉ HISTORIA DE LA MÚSICA ES UNO DE LOS GRADOS CON MENOS PARO?

Con una tasa de empleo del 90,7%, se imparte en siete universidades públicas españolas



Al repasar el listado de las titulaciones universitarias con menos paro, los primeros puestos son para las ingenierías y la medicina. Las carreras STEM (siglas en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son las especialidades que más demanda el mercado. Hasta ahí todo encaja. Pero en mitad de la lista, concretamente en el puesto número once, aparece Historia y Ciencias de la Música, la única titulación de Humanidades con una tasa de empleo del 90, 7%. ¿Cómo se explica ese buen resultado cuando otras como Historia tienen una tasa de paro del 38,1%? 

 Los profesores universitarios consultados dan una respuesta clara: solo se ofrece en siete universidades públicas españolas y las plazas son limitadas, unas 50 al año por centro. Eso se traduce en que el número de graduados ronda los 200 al año entre todos los campus. “Con esas cifras, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de grados, no se satura el mercado laboral y los estudiantes no tienen tantas dificultades para encontrar un empleo”, señala Germán Labrador, director del departamento interfacultativo de música de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

¿Qué sectores absorben a estos graduados? El 78% de ellos se dedica a la enseñanza, fundamentalmente a la docencia de música en Secundaria; el 4% a la investigación a través de becas posdoctorales; el 2,5% a tareas relacionadas con la gestión cultural y el 1,6% es documentalista, según el Libro Blanco publicado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) en 2005. 

 Esos resultados se obtuvieron hace 11 años y algunos de los expertos consultados dudan que hoy exista una equivalencia. La reducción de las convocatorias públicas de empleo durante los últimos años y la última reforma educativa (la LOMCE), que permite a las comunidades autónomas decidir cuántas horas se debe impartir la asignatura de música, podría afectar a los graduados que se decentan por la opción mayoritaria, la docencia.

Otra de las claves de la alta inserción laboral es, según Víctor Sánchez, del departamento de Musicología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la tardía incorporación de esta titulación a la Universidad, que se impartió por primera vez en 1984 en la Universidad de Oviedo. "Otras carreras de Humanidades como Historia del Arte -que se puede cursar en 27 campus públicos- cuentan con más de dos siglos de historia en la Universidad española y los grupos de alumnos han ido creciendo gradualmente", indica. En la UCM se ofertan entre 20 y 30 plazas para los alumnos de primero de Música. En el caso de Arte, rondan las 240.

MUERE JOSÉ RICARDO MORALES, EXPONENTE DEL TEATRO DEL ABSURDO

El dramaturgo, exiliado tras la Guerra Civil española en el buque 'Winnipeg' fletado por Neruda, ha fallecido a los 100 años en Chile



José Ricardo Morales, el último dramaturgo vivo que estuvo en activo el periodo de la II República española, fue hasta el pasado día 17 una memoria lúcida y crítica de la historia de nuestro país de todo un siglo. Y nunca mejor dicho, porque el escritor, ensayista y académico había cumplido unos pletóricos 100 años el pasado 3 de noviembre.

La noticia de su fallecimiento se dio a conocer de manera inmediata por la Biblioteca Nacional de Chile, país al que llegó exiliado en 1939 a bordo del Winnipeg, barco que fletó Pablo Neruda desde Francia para salvar del horror a unos cuantos miles de republicanos españoles, entre los que se encontraban numerosos científicos e intelectuales, como Morales. 

 En España la noticia llegó a través de su nieta, la decoradora de interiores Graziella Copetta, quien envió un breve texto a los muchos amigos de Morales: “Con gran orgullo y profundo dolor les anunció la partida de José Ricardo Morales, en su cama muy tranquilamente, y en paz de haber realizado todos sus deseos antes de morir, y de sentir el máximo cariño de ustedes. Un abrazo de Mar a Mar”.

Morales, que tomó la decisión de ser “chileno por vocación” y nunca volver a España, salvo algún esporádico viaje en los años ochenta, desarrolló la práctica totalidad de su carrera literaria en Chile, donde fue miembro de la Academia de la Lengua, organismo que le propuso por cuatro veces para el Premio Cervantes.

 Nacido en Málaga en 1915, toda su familia era de Valencia, de donde se consideraba él mismo, y ciudad en la que creció, estudió Magisterio y Filosofía y Letras, y fue miembro del grupo teatral El Búho, de Max Aub, con quien que tuvo gran amistad. Todo esto antes de su exilio a los 23 años, así como su militancia en la FUE (Federación Universitaria Escolar), asociación universitaria progresista, donde dirigió la sección cultural. Además durante la II República era waterpolista (participó en la Olimpiada Popular de 1936 en Barcelona, frustrada por el golpe de estado franquista), fue redactor jefe de Frente Universitario, así como comisario de brigada del Ejército Popular Republicano, responsable de división en el frente de Ripoll (Cataluña) donde salvó manuscritos y códices miniados que logró enviar a Suiza, y estuvo en el campo de concentración de Saint-Cyprien en Francia.

Prácticamente ignorado por el teatro español contemporáneo, a pesar de los esfuerzos de José Monleón por darle a conocer a través de la prestigiada revista Primer Acto, del fallecido Ricardo Domenech y, posteriormente, de la Asociación de Autores de Teatro, de la que era miembro de Honor, y del experto teatral Manuel Aznar, impulsor y responsable de la edición de sus obras completas en dos grandes tomos, Teatro (2009), con 42 obras, y Ensayos (2012), publicados por la Institució Alfons el Magnànim de Valencia. Él, por su parte, aplicaba su sobresaliente ironía para hablar del olvido sobre su teatro, ecléctico y marcadamente moderno: “El tener una obra condenada a la ‘postumidad’ siempre lo he vivido con humor. Es una manera de asumir lo que no tiene sentido”, dice de su dramaturgia, en la que, curiosamente, nunca habla de la guerra, del exilio, del desgarro.

UN GRITO TEATRAL CONTRA LOS PREJUICIOS Y EL ACOSO ESCOLAR

'El pequeño poni’, de Paco Bezerra, aborda el problema en un montaje dirigido por Luis Luque



Se terminan los aplausos y los actores regresan a los camerinos. El público se dispone a salir del teatro. Sobre el escenario solo queda una mochila de estridentes colores y la imagen de un caballito con coleta en la cabeza. Todo un símbolo contra los prejuicios sociales, a favor de la diferencia, una reflexión sobre el miedo y la libertad, alegato contra el acoso escolar que sufren miles de niños. El autor teatral Paco Bezerra y el director Luis Luque han unido fuerzas y entusiasmo para llevar a escena El pequeño poni, una historia inspirada en un caso real ocurrido en Estados Unidos en 2014 y que está protagonizada por Roberto Enríquez y María Adánez. La obra, estrenada el fin de semana pasado en Alcalá de Henares (Madrid), está de gira por todo el territorio español y terminará el próximo verano en el teatro Bellas Artes de Madrid, donde tiene previsto abrir temporada estar en cartelera dos meses.

El pequeño poni surge de un taller que organizó Paco Bezerra (Almeria, 1978) cuando leyó una noticia que le dejó noqueado, sin aliento. En un colegio de Estados Unidos, un niño de nueve años fue obligado a abandonar la escuela tras el brutal acoso y ataques físicos que sufría por llevar una mochila con el dibujo animado de la serie My Little Pony (Mi pequeño poni). La dirección del centro consideró “detonante de acoso” el hecho de que el niño acudiera con esa mochila que distorsionaba al resto de sus compañeros. “Llevaba tiempo buscando una manera de abordar el acoso escolar y ese suceso real me dio las herramientas para poder hacerlo, me estructuró la historia desde dónde empezar”, explica Bezerra, que junto al director de la obra, Luis Luque, madrileño de 43 años, ha ido depurando el texto, cambiando escenas, reflexionando sobre la puesta en escena. Un trabajo conjunto con el que el premio Nacional de Escritura Dramática en 2009 abandona la soledad de la escritura, buscando nuevas formas de investigación y enfrentándose a los problemas de la producción. No es la primera vez que Bezerra, un hombre meticuloso, y Luque, todo un perfeccionista, colaboran. Ya lo hicieron con La escuela de la desobediencia, Ahora empiezan las vacaciones o El señor Ye ama a los dragones, pero con El pequeño poni han dado un cruzado una frontera y se han zambullido en una manera diferente de enfrentar la creación teatral. Junto a los actores y espectadores han ido dando forma a este montaje tan delicado y poético sobre uno de los dramas más terribles en el que viven muchos niños.

El pequeño poni se centra en los padres del niño acosado y cómo se enfrenta cada uno de ellos al problema que sufre su hijo. El padre apoya la libertad del chico, mientras la madre centra toda su preocupación en su seguridad. Es, como defiende Bezerra, el teatro de la confrontación de ideas. “Seguridad frente a libertad, dos conceptos diferentes, como si no pudiesen existir en armonía”, se lamenta. “El niño sufre el acoso y en su casa no se ponen de acuerdo en cómo enfrentarse a ello. No se consiente la diferencia. Todo lo que le ocurre a ese niño es que es distinto. Vivimos en una dictadura de comportamiento y pensamiento, en una dictadura de la normalidad. Cada vez se aguantan menos las diferencias. Hay mucho miedo a ser distinto. La educación busca la mediocridad y no se refuerza la particularidad de cada uno”, denuncia Bezerra, espantado ante la realidad de que muchos de esos niños terminen camuflados, apartados.

viernes, 26 de febrero de 2016

GLORIA MUNDI



El blog del autor del libro.

Fernando Morillo Grande (Azpeitia, Guipúzcoa, 3 de mayo de 1974) es escritor . Es especialmente conocido por sus obras de literatura infantil y juvenil. En 2003, obtuvo el Premio Euskadi de Literatura Infantil y Juvenil por la obra Izar Malkoak. En 2009 fue de nuevo finalista del Premio Euskadi por Leonardoren hegoak. La misma obra, en su versión en español y con el título de Las alas de Leonardo, fue finalista del Premio Hache 2012, de Cartagena. En 2011, el autor creó su propia editorial, Gaumin, con el fin de impulsar la literatura juvenil y de favorecer el acercamiento de los jóvenes lectores a las nuevas tecnologías.


MUERE HARPER LEE, AUTORA DE "MATAR A UN RUISEÑOR"

El pasado agosto se publicó el libro ‘Ve y pon un centinela’, la novela que dio origen a uno de los clásicos de la literatura de Estados Unidos




Harper Lee desapareció como vivió: lejos del mundanal ruido y sigilosamente, como si no quisiera llamar la atención más de la cuenta. Cuando saltó la noticia se desconocía dónde, cuándo y cómo había muerto la autora de Matar a un ruiseñor, la novela sobre el Sur segregado de los años treinta que ha vendido más de treinta millones de ejemplares desde su publicación en 1960 y que, en Estados Unidos, es un monumento literario. Unas horas después un sobrino suyo informó que fue este viernes, en la residencia donde vivía en Monroeville (Alabama), su pueblo natal de 6.500 habitantes, y mientras dormía. 

 Nelle Harper Lee tenía 89 años. No estaba casada ni tenía hijos. Era una autora de una sola obra hasta la publicación, en 2015, de Ve y pon un centinela, escrita antes de Matar a un ruiseñor pero oculta hasta esa fecha. La operación editorial desató sospechas sobre la posible manipulación de la escritora.

Lee ya apenas salía de The Meadows, una residencia de ancianos modesta en Monroeville. Dos guardias de seguridad vigilaba en la entrada y ahuyentaba a los periodistas que buscaban a Lee.

"EL DESORDEN QUE DEJAS" GANA EL PREMIO PRIMAVERA

Carlos Montero, Premio Primavera de novela con ‘El desorden que dejas’

El escritor y guionista gallego se ha alzado con el galardón, dotado con 100.000 euros, con un 'thriller' psicológico en primera persona



El escritor Carlos Montero ha ganado el XX Premio Primavera de Novela por su obra El desorden que dejas, un intenso thriller psicológico en primera persona ambientado en un pueblo llamado Novariz y que tiene como protagonista a una profesora de instituto. El jurado ha fallado por mayoría otorgar el galardón, dotado con 100.000 euros, a Montero, escritor y guionista gallego de 44 años que lleva más de 16 años trabajando como guionista de cine y televisión. Fue creador de la serie Física o Química, escribió para El Comisario, El tiempo entre costuras o Apaches. En 2012 publicó su primera novela, Los tatuajes no se borran con láser.


“Estoy feliz. Me acuerdo además perfectamente del primer Premio Primavera, de la estupenda novela de Rosa Montero, La hija del Caníbal, que me encantó. Desde entonces estuve muy al tanto cada año de las novelas que premiaban. Así que para mí es un orgullo entrar a formar parte de la historia de estos premios. Y compartirlo con escritores a los que he admirado siempre, como Lorenzo Silva, Rosa Montero, Fernando Savater, Juan José Millás o Eslava Galán", ha comentado Montero tras conocer el fallo.


El certamen está convocado por la Editorial Espasa y Ámbito Cultural de El Corte Inglés con el fin de apoyar la creación literaria. A esta edición se han presentado 896 obras procedentes de 36 países. España, que aportaba 407 novelas, encabezaba la lista de participantes. El jurado ha estado presidido por Carme Riera y compuesto por Antonio Soler, Ramón Pernas, Fernando Rodríguez Lafuente y Ana Rosa Semprún, quienes han fallado el premio por mayoría. Han destacado “la creación de unos personajes verosímiles y cercanos envueltos en una trama dramática y vertiginosa, ambientada en un instituto gallego y en la que se mezclan intereses y turbios secretos”.


El desorden que dejas saldrá a la venta el próximo 22 de marzo. En sus páginas el lector podrá conocer la historia de Raquel, una joven profesora de literatura en horas bajas que acepta una suplencia en un instituto de Novariz, el pueblo de donde, casualmente, procede su marido. En su primer día de trabajo, se entera de que Elvira, su predecesora, se ha suicidado y al finalizar las clases encuentra en su bolso una nota con una funesta pregunta: "¿Y tú cuanto vas a tardar en matarte?".

 Raquel intentará averiguar quién está detrás de esa amenaza, y se obsesionará con lo que le ocurrió a la antigua profesora. El suspense será un componente fundamental de esta historia que es, según la editorial, "una disección de la debilidad humana. De la culpa. De la fragilidad de las relaciones. Y de las mentiras y secretos sobre las que montamos nuestras vidas sin calibrar ni ser conscientes de las consecuencias".

UN 6,2% DE LOS ESTUDIANTES VASCOS DE ESO AFIRMA SER VÍCTIMA DE ACOSO ESCOLAR

Un informe de Save The Children revela que unos 193.000 jóvenes se sienten acosados en las aulas o en las redes sociales
La mayoría de los agresores asegura que «no sabe por qué» lo hace y la segunda respuesta más común es que lo hace para «gastar una broma»


Un 6,3 % de los estudiantes vascos de ESO, entre 12 y 16 años, asegura haber sufrido acoso escolar en los últimos dos meses y un 4,5 % se considera víctima de acoso a través de internet o de las redes sociales. 

 Estos datos están recogidos en un informe elaborado por la organización Save the Children, titulado "Yo a eso no juego. Bullying y ciberbullying en la infancia", tras efectuar 21.500 encuestas, 2.201 en el País Vasco, a estudiantes de entre 12 y 16 años de toda España para analizar la realidad del acoso escolar, tanto desde el punto de vista de la víctima como del acosador.

 En Euskadi el estudio pone de manifiesto que un 3,5 % de los alumnos de ESO reconoce haber acosado a alguien y un 2,1 % admite haberlo hecho a través de internet. 

 Las cifras de bullying y ciberbullying en el País Vasco son ligeramente inferiores a las de la media de España, aunque revelan igualmente una situación preocupante de violencia en el ámbito escolar.


«Me tienen manía» 

 El informe concluye que uno de cada tres estudiantes de la ESO en España reconoce haber agredido físicamente a otro compañero en los últimos dos meses y la mitad de los alumnos admite haber dicho palabras ofensivas a alguien. 
 Dentro de las víctimas de acoso escolar, tres de cada diez denuncia que ha recibido golpes físicos (un 6,3 % de ellos de manera frecuente), y seis de cada diez dicen que alguien les ha insultado en los últimos meses, a más de un tercio a través del móvil o de internet. 
 La mayoría de los agresores asegura que "no sabe por qué" lo hace y la segunda respuesta más común es que lo hace para "gastar una broma".
 Las víctimas repiten principalmente tres razones por las que son acosadas: para ser molestadas, por su aspecto físico o porque les tienen "manía".


Intencionalidad 

 El estudio concreta que para que se pueda hablar de acoso tiene que haber intencionalidad por parte del agresor, frecuencia de los abusos y desequilibrio entre agresor y víctima, según ha explicado el director general de Save the Children, Andrés Conde. 
 En el conjunto de España un 9,3 % de los estudiantes dice que ha sufrido acoso en los últimos dos meses (6,3 % en Euskadi) y un 6,9 % se siente víctima de ciberacoso (4,5 % en el País Vasco). 
 En cuanto a los acosadores, un 5,4 % (3,5 % en el caso de Euskadi) reconoce haber acosado a alguien y un 3,3 (2,1 % en el País Vasco) haberlo hecho a través de internet. Según el informe, el número de estudiantes de centros públicos que han sufrido acoso se eleva a 111.000 niños y 82.000 niñas. 
 "Al acoso hay que llamarlo por su nombre, es una forma de violencia y no un juego entre niños, por lo que no podemos justificarlo", ha dicho el responsable de esta organización, quien ha destacado la importancia de la prevención, sobre todo respecto a las situaciones de violencia en el entorno escolar que la encuesta también ha detectado y que pueden acabar siendo acoso.

jueves, 25 de febrero de 2016

EL PUDOROSO MÉDICO QUE INVENTÓ EL ESTETOSCOPIO

René Laennec, el pudoroso médico que inventó el estetoscopio

Google dedica un doodle al doctor francés René Laennec en el 235 aniversario de su nacimiento y pone en valor su biografía


René Laennec tenía que comprobar, en 1816, el ritmo cardíaco de una joven paciente con palpitaciones a la que tocar los pechos habría servido de poco debido a su “gordura”. El médico francés consideró que la opción de aplicarle la oreja directamente era “inadmisible por la edad y el sexo” de la enferma. Hoy es rutinario, pero la tarea era todo un reto moral para la puritana Europa decimonónica. La ingeniosa solución que encontró René Laennec (1781-1826) para salir del pudoroso apuro fue enrollar su cuaderno y acercar un extremo al busto de la paciente y otro a su oreja. El apaño funcionó y el doctor pudo oír el pulso cardíaco de la joven. Él mismo describió la experiencia en su De l'Auscultation Médiate: “No me sorprendí ni me alegré poco al encontrarme con que podía percibir la acción del corazón de un modo mucho más claro y distintivo que nunca antes mediante la inmediata aplicación de la oreja”. Voilà! La medicina había cambiado para siempre con el nacimiento del estetoscopio. Hoy, cuando se cumplen 235 años del nacimiento del visionario médico, Google lo homenajea con un doodle.


Tras la prematura muerte de su madre por tuberculosis, René Laennec y su hermano quedaron al cuidado de su padre, un funcionario con fama de hacer gastos excesivos. El estallido de la Revolución Francesa hizo que el futuro doctor, entonces de 12 años, dejara su Bretaña natal y se fuera a vivir a Nantes con su tío Guillaime-François, un médico que alentó los estudios del joven, que empezaron cuando solo tenía 14 años. 

 El sueño de René Laennec de convertirse en doctor estuvo más cerca cuando, con 20 años, su padre le dio 600 francos: el joven recorrió más de 300 kilómetros a pie para llegar a París. Al llegar, se matriculó como estudiante en el prestigioso hospital Charite, donde tuvo como profesor a Jean-Nicolas Corvisart (que posteriormente fue el médico personal de Napoleón Bonaparte). El enfoque de René Laennec a la medicina consistía en seguir un sencillo principio: “Lee poco, observa mucho, haz mucho”. Se concentró así en detectar los síntomas de los pacientes y relacionarlos con su enfermedad.

En la primera década del siglo XIX ya se había granjeado cierto renombre y había empezado a publicar en prestigiosas publicaciones médicas. Fue precisamente al final de este decenio cuando la tuberculosis se volvió a llevar a un miembro de su familia: su hermano. René Laennec, sin embargo, parecía negarse a aceptar su propia enfermedad y creía que ciertos síntomas respiratorios que padecía se debían al asma. Pero la realidad se impuso y la tuberculosis se llevó también su vida cuando tenía 45 años. 

 Si bien su ambición era trabajar en una institución importante, René Laennec aceptó una oferta de empleo en el no muy reverenciado Hospital Necker. Fue allí donde una joven con palpitaciones requirió un día su diagnóstico y terminó por cambiar la medicina al diseñar, de manera rudimentaria, el que hoy está considerado como el primer aparato que permitió explorar el interior del cuerpo de forma no invasiva. Pero el invento (inicialmente, un cuaderno enrollado) se ha ido haciendo más sofisticado en sus 100 años de historia. El cilindro de papel se convirtió en madera y, posteriormente, en la segunda mitad del siglo XIX, ya era flexible y tenía dos auriculares. Hoy, niños de todo el mundo reciben una piruleta de su pediatra si se portan bien cuando les dice: “Inspira, espira”.

PHILIP ROTH, CON CARIÑO

‘Indignación’, de James Schamus, adapta con talento la novela homónima de uno de los escritores actuales más populares



Elegía, La mancha humana, El lamento de Portnoy, La sombra del actor… El mundo del escritor estadounidense Philip Roth ha saltado con facilidad al cine. Y mientras se remata una versión de Pastoral americana dirigida y protagonizada por Ewan McGregor, en la Berlinale se proyecta Indignación, adaptación de la 29ª novela de Roth, dirigida por James Schamus, un debutante que no lo es tanto.

Durante décadas Schamus ha sido uno de los grandes productores de Hollywood. Su nombre aparece detrás de las películas de Ang Lee y dirigió con mucho criterio Focus Features, la división dedicada al cine de autor de Universal. Así que su primera película suponía toda una prueba de fuego que supera con una gran nota. En un autor como Roth, que disfruta salpicando sus libros de apuntes biográficos, Indignación se acerca aún más a su corazón. Como él, Marcus, el protagonista, nace en una familia judía en Newark (Nueva Jersey) a inicios de los años treinta. En poco más se parecen: Marcus es hijo único de un carnicero, un hombre que asfixia con sus temores a su vástago, que decide irse a estudiar a una universidad luterana en Ohio. Allí su mundo se volverá del revés.

 Y todo por culpa de una chica de pasado tortuoso, Olivia (Sara Gadon), resuelta, incluso muy avanzada para los estándares de la época. En ese college Marcus vive a salvo de un posible reclutamiento para combatir en Corea, aunque a cambio sufre por amor, más que por amor, por el frenesí que le descubre su compañera universitaria. Schamus mide el tono, entre melancólico y tragicómico, con una finísima sutileza que hace enorme Indignación. Logan Lerman (Un invierno en la playa, Las ventajas de ser un marginado) encarna con firmeza a Marcus. Como actor, Lerman lleva un tiempo apuntándose tantos en la misma liga que compite Nat Wolff: en la del joven que disfruta del despertar de la vida. “Algo parecido me ha pasado a mí”, cuenta en Berlín Schamus. “Mientras estaba dirigiendo Focus, imaginaba que escribía un guion o incluso que dirigía algo. No lo hice, y acerté, porque mi trabajo era ayudar a los creadores. Para mí dirigir es oro trabajo, y no significa un gran cambio existencial”. Y no se esconde: “Si Indignación es considerada una mala película, la culpa es toda mía, yo tomé las decisiones que la han hecho como es”.

Schamus escogió este libro “por los personajes” y por la historia de amor que encierra: “Poca gente asocia necesariamente a Philip Roth con romances trágicos, pero aquí la hay, y Roth lo hace de Una manera como pocas veces se ve en el cine actual estadounidense: sin cinismos. Digamos que la novela muestra a un Roth volviendo a los años en los que aún no existía Philip Roth”. Schamus está a la altura de Roth.

HALLADOS DOS POEMAS DE TOLKIEN DE 1936 EN UN COLEGIO DE REINO UNIDO

Se trata del poema 'The Shadow Man' (El hombre sombra) y otro navideño titulado 'Noel'


Dos poemas de J.R.R. Tolkien, el autor de El señor de los anillos, han sido hallados en un ejemplar del anuario de 1936 del Colegio de Nuestra Señora, en Abingdon (Reino Unido). Se trata del poema The Shadow Man (El hombre sombra) y otro navideño titulado Noel.


Se cree que Tolkien pudo conocer este centro mientras era profesor de anglosajón en la Universidad de Ofxord, según informa la BBC. Los poemas fueron impresos un año antes de que fuera publicado El Hobbit.


The Shadow Man es una versión temprana de un poema finalmente publicado en 1962 en la colección de Aventuras de Tom Bombadil, de Tolkien. 

 La existencia de ambos poemas sale a la luz después de que el estudioso americano Wayne G. Hammond, experto en el escritor, entrara en contacto con el centro. Hammond conocía, a través de anotaciones del propio Tolkien, que dos de sus poemas aparecieron en una revista llamada The Abingdon Chronicle. 

 Se trataba en realidad del anuario de 1936 de esta escuela, que entonces estaba dirigido por las Hermanas de la Misericordia.

JULIA NAVARRO RETRATA LA VILEZA HUMANA EN "HISTORIA DE UN CANALLA"

La escritora viaja a Nueva York y Londres para situar a su personaje




Julia Navarro siempre cuenta que empezó a escribir por casualidad. Pero cuando empezó, con La hermandad de la Sábana Santa en 2004, ya no paró. “Por suerte, mi cabeza es una especie de tormenta permanente y se me ocurren mil ideas que pueden germinar en historias”, dice sentada en un hotel en Nueva York, la ciudad que ha escogido para situar su última novela, Historia de un canalla(Plaza & Janés), que este jueves se presenta en el Circulo de Bellas Artes de Madrid (20 horas). Intervendrán, entre otros, Patxi López, la magistrada Margarita Robles y la académica Carme Riera.

 Al éxito de su primer libro, le siguieron La Biblia de barro, La sangre de los inocentes, Dime quién soy y Dispara, yo ya estoy muerto. Entre todos, ha vendido cinco millones de ejemplares. Historia de un canalla apunta a la misma gloria: ha salido con una tirada inicial de 300.000 ejemplares para España y América Latina. Pero Navarro (Madrid, 1953) sabe que nada asegura el éxito para siempre. “Si algo he aprendido en estos años es que a los lectores les gusta el libro que tienen delante, da igual si les ha gustado mucho el anterior. Y uno vende libros gracias al boca a boca”, explica. 

 Cuando escribe no piensa en los lectores, “no sería honesto”, y con Historia de un canalla siente, por primera vez, “una sensación de vértigo” porque ha dado un salto considerable. Sus anteriores novelas, aunque Navarro siempre rechazó la etiqueta de históricas, todas compartían contextos y viajes por episodios del pasado universal, encontrándose incluso con personajes reconocidos. Historia de un canalla, en cambio, “es una novela moderna, y muy actual”.

“Sé que doy un salto. Pero no me planteé cambiar de registro, no fue un proceso tan sofisticado, sino mucho más natural. Quería contar una historia y la he contado. Así de simple”, explica. Periodista de profesión y siempre de corazón, aunque dejara de ejercer después de tres décadas para centrarse en su carrera literaria, a Julia Navarro le sigue preocupando todo lo relacionado con el mundo de la comunicación. “Me preocupa cómo se puede manipular a la opinión pública”, dice. “Nos incitan a decidir qué marca de agua compramos, e incluso a qué político votamos. La comunicación es un elemento importante, es necesaria y tiene muchas cosas positivas, pero a mí me preocupa ese otro lado”. Para ello, ha convertido a su protagonista, Thomas Spencer, en un genio de la comunicación, la publicidad y la asesoría política. Relata un mundo lleno de personas sin escrúpulos, como el propio Thomas. A través de él, Navarro elabora un retrato de la maldad sin arrepentimientos. Del egoísmo puro que lleva a una deseada soledad. Por eso, Historia de un canalla es una novela psicológica. Y también más dura. “Entiendo que puede llegar asfixiante porque es imposible establecer ninguna empatía con el personaje”, reconoce la novelista. “Desde ese punto de vista, tengo la sensación de que me la juego delante del lector”.

ALCALÁ PRESENTA EL PROGRAMA PARA EL IV CENTENARIO DE CERVANTES

El Ayuntamiento aporta 250.000 euros para una treintena de proyectos y busca financiación para otros tantos



Nunca una muerte ha estado tan llena de vida como la de Miguel de Cervantes, el escritor nacido en Alcalá de Henares, ciudad que ha presentado este lunes el programa de actividades para conmemorar el IV centenario de su fallecimiento. A los 11 proyectos aprobados la semana pasada por la comisión nacional de la efeméride se añade otro puñado de actos, hasta sumar un total de 31, todos ellos financiados con los 250.000 euros que aporta el Ayuntamiento de la localidad. Pero el programa no está cerrado y, como ha relatado el alcalde Javier Rodríguez Palacios (PSOE), está abierto a nuevas ideas. En ese caso, el Consistorio buscará donaciones privadas para financiarlas, como ya hace con otros proyectos, entre las empresas y organizaciones establecidas en la cuna del autor de El Quijote. "Queremos que la calle esté viva, que participe la gente, que sientan que la cultura se acerca a ellos", ha explicado el alcalde.

En la capilla del Oidor, un espacio construido en el siglo XII que forma parte de los proyectos que buscan financiación para ser rehabilitado, y ante un ambiente casi familiar, Rodríguez Palacios, ha presentado los actos que van a desarrollarse en la ciudad desde el próximo 23 de abril, día de la muerte de Cervantes, para conmemorar su fallecimiento. Con una sonrisa tímida, el regidor ha relatado una treintena de actos, entre los que se incluyen exposiciones, coloquios, concursos, teatros, música, mercadillos o una cabalgata, que se celebrará el 23 de abril, jornada en la que cada año se entrega el premio narrativo más importante del castellano y que lleva el nombre del artista. La intención es que participe toda la ciudad, especialmente los escolares. Que "la calle esté viva" y "exista movimiento en los barrios". "Ningún proyecto de ninguna Comunidad ni del Estado involucra a tanta gente como Alcalá", ha afirmado el alcalde para resaltar el carácter popular de la fiesta.


Con la pila en la que fue bautizado el genio de las letras españolas como testigo de excepción, Rodríguez Palacios ha insistido en reivindicar la figura de Cervantes. "La gente tiene que percibirle como alguien cercano que lo pasó mal en su vida, como mucha gente de la ciudad lo está pasando ahora. Pero su ejemplo nos dice que se puede salir". Para el regidor, Cervantes es el gran abanderado de las letras españolas, pero este centenario no servirá solo para homenajear al artista, también pretende contribuir a construir "un modelo de ciudad". El paradigma que se busca es el de atraer turismo con su oferta cultural, su gastronomía y la convivencia. Una base para ello se puso en Fitur, cuando se cerró un acuerdo comercial con el principal touroperador chino en España para que este incluyera en su oferta la visita a Alcalá de Henares.


La preocupación de Rodríguez Palacios ahora radica en poder hacer realidad otra treintena de proyectos, seis de ellos incluso aprobados por la comisión nacional que se encarga de organizar la efeméride, y de la que forman parte una decena de entidades públicos y privadas, aunque no el Ayuntamiento de Madrid, localidad donde murió Cervantes. El alcalde ha explicado que existe un equipo de trabajo, con asesoría externa, que buscará financiación para esos proyectos entre las empresas y las entidades locales. En opinión del regidor, confirmar que no hay dinero para organizar ciertas actividades es dejarle "un flanco fácil a la oposición", pero su equipo de gobierno ha tratado de "ser valiente como lo fue Cervantes" al apostar por más festejos.


Una de las dificultades con la que ha contado su Ayuntamiento alcalaíno, según Rodríguez Palacios, es con que hasta el pasado martes no existía un régimen oficial para que las empresas y entidades pudieran hacer su aportación a los proyectos. Está pendiente de la firma de Soraya Sáenz de Santamaría (presidenta de la comisión nacional) y del alcalde, pero todo indica que a partir de ahora los actos podrán financiarse a través del ente público Alcalá Desarrollo. Todas las empresas y particulares que subvencionen los actos del centenario de la muerte de Cervantes se podrán acoger a unos beneficios fiscales que el Gobierno central ha previsto a través de una disposición adicional en los Presupuestos Generales del Estado de 2015 (que no incluyó una cuantía para esta celebración). La donación directa tendrá una rebaja de hasta un 45% y, los colaboradores, incluso podrán desgravar un 15% de sus gastos. "Si este marco fiscal nos lo hubiesen dado el año pasado, habríamos tenido más capacidad", se queja el alcalde, que ha pedido colaboración también a la Comunidad de Madrid para financiar los proyectos.